Un curso político al rojo vivo
Los jueces deben aclarar si la infanta Cristina acabará en el banquillo y si Chaves y Griñán son imputados y la Audiencia dirá si el PP se financió de forma irregular.
España inaugura la próxima semana uno de los cursos políticos más intensos desde la recuperación hace ya 37 años de la democracia. Serán nueve meses frenéticos en los que, además de comprobar si el país es capaz o no de superar un lustro largo de profunda crisis económica, que lo ha sumido en la tasa de paro más alta de Europa, se va vivir el desenlace del mayor conflicto territorial en décadas, el desafío secesionista en Cataluña, entrará en su fase final el esclarecimiento de varios de los casos de corrupción que más indignación y desencanto han provocado, y se va a comprobar si se produce o no la fractura definitiva del sistema de partidos vigente desde la transición, tras la notable decadencia del bipartidismo que mostraron las elecciones europeas y que ratificaron las posteriores encuestas.
La agenda catalana inundará septiembre porque será el mes en el que, en paralelo con la celebración del referéndum legal para la independencia en Escocia (el día 18), se materializará el choque de trenes entre la Generalitat y el Gobierno de España que se vislumbra desde hace dos años. La mayor parte del escenario ya es conocido, pero la incógnita está en cómo será el día después. ¿Qué pasará cuando el Tribunal Constitucional, espoleado por los recursos del Ejecutivo, prohíba la consulta separatista?.
Procesos en ebullición
Pero septiembre también recuperará, tras el paréntesis judicial de agosto, el otoño de la corrupción, con los casos Pujol, Urdangarín, Gürtel o ERE, entre otros muchos, de nuevo en ebullición. El martes se sabrá qué día tiene que acudir al Parlament el ex presidente catalán a dar los detalles de la fortuna que ocultó 34 años en el extranjero si no quiere enfrentarse a una comisión de investigación, el aperitivo de las citas que tiene en el juzgado y con la Agencia Tributaria.
Es el mismo mes en que la Audiencia de Palma debería decidir si la infanta Cristina se sentará en el banquillo del caso Nóos para responder por delitos fiscales y de blanqueo y cuando el Tribunal Supremo active la maquinaria para determinar si imputa a los ex presidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán, así como a siete de sus exconsejeros, por los ERE fraudulentos de Andalucía.
Si el 3 de septiembre es la fecha en la que el ex presidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra tiene que acudir al juzgado para saber qué día ingresará en prisión para cumplir cuatro años de cárcel por delitos fiscales, en la semanas sucesivas el juzgado de Pablo Ruz comenzará a recibir los informes pendientes sobre la presunta financiación irregular del PP del caso Barcenas y continuará los trámites para juzgar el núcleo central de la trama Gürtel, en cuyo banquillo se sentarán una decena de extesoreros y exaltos cargos populares que supuestamente se beneficiaron de las mordidas de la red corrupta.