Aguirre se adelanta y se ofrece a Rajoy como candidata a la alcaldía de Madrid

De urgencia y por sorpresa Esperanza Aguirre anunció en 2012 que abandonaba la primera línea de la política y que dimitía como presidenta de la Comunidad de Madrid. Dos años después se podría decir, por lo tanto, que Aguirre resucita de sus cenizas, pero lo cierto es que no retorna quien nunca terminó de marcharse. La líder del PP madrileño quiere ahora dejar atrás «la reserva» y ser candidata a la alcaldía de Madrid. Es algo que ni propios ni ajenos ignoraban. Pero su ofrecimiento ha llegado hasta el presidente del partido y del Gobierno, Mariano Rajoy, a quien Aguirre asegura haber transmitido «personalmente» su voluntad de postularse como cabeza de cartel con el objetivo final de administrar la ciudad.

«Estoy a disposición del partido para aquello que pueda ser de utilidad», subrayó ayer tras la reunión del comité de dirección del PP regional. El anuncio no sorprendió a la cúpula del partido.

En la sede de la calle Génova aseguran que conocían de antemano la disposición y uno de sus dirigentes garantiza que, esta vez, no se trata de una maniobra de la presidenta de los populares madrileños sino de algo hablado con la dirección. Además, fuentes del PP recuerdan que, hoy por hoy, ella cuenta con el respaldo cerrado del partido en la región. «Vamos a ver qué deciden los órganos encargados de hacerlo y qué duda cabe que Esperanza Aguirre es un gran activo», ensalzó el vicesecretario nacional de Organización, Carlos Floriano.

En la formación hace tiempo que se hacen cuentas y a cinco meses de las elecciones municipales y autonómicas de mayo lo fundamental para Mariano Rajoy es no perder los feudos tradicionales del partido, aquellos en los que las mayorías absolutas parecen dilapidadas, Madrid y la Comunidad Valenciana. Por un lado, el PP repasa atónito los datos demoscópicos que apuntan al desmoronamiento en la región presidida por Alberto Fabra. Allí, Rajoy asegura no dar por perdida «ni la hora», pero la preocupación se mantiene latente en el seno de los populares. Por otro, la capital de España tiene una carga simbólica que a nadie se le escapa.

Tanto en las encuestas publicadas en los medios de comunicación como en las internas, Esperanza Aguirre es una de las opciones de los populares que más apoyos suscita entre los votantes de la ciudad. Sus defensores acérrimos presionan para que este hecho pese en la resolución final del presidente. Otros dirigentes se sitúan también en las quinielas. Es el caso de la consejera regional de Educación, Lucía Figar, aunque suenan también la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, y hasta la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, algo, esto último, que el entorno de Rajoy descarta. La semana pasada, en la tradicional copa de Navidad del palacio de la Moncloa, el presidente avanzaba que lo que más tendrá en cuenta cuando llegue el momento de proclamar las candidaturas será su olfato y que elegirá a quien crea que «va a ganar».

La decisión está en sus manos. En principio, en febrero, tal y como anunció la secretaria general del PP, se designarán los nombres de los candidatos.