Diario de León

El testigo de cargo crucifica a Urdangarín

El ex asesor fiscal de Nóos, Miguel Tejeiro, da un balón de oxígeno a la Casa Real.

El ex asesor fiscal de Nóos, Miguel Tejeiro, a su llegada al lugar donde se celebra la vista. J. GRAPPELLI

El ex asesor fiscal de Nóos, Miguel Tejeiro, a su llegada al lugar donde se celebra la vista. J. GRAPPELLI

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

m. sáiz-pardo | palma

La declaración del testigo más esperado del juicio del caso Nóos terminó de poner los penúltimos clavos al ataúd procesal de Iñaki Urdagarín y Diego Torres. Sin embargo, supuso un cierto balón de oxígeno para la Casa Real y, en parte, para Cristina de Borbón, a la que no vinculó con la trama, pero a la que desmintió su frase de que «todo lo que hacíamos estaba controlado».

Miguel Tejeiro, el ex asesor fiscal de Nóos, fue despiadado en su descripción de los negocios de Urdangarín y Torres, certificando punto por punto la existencia de empleados ficticios, los intentos de blanqueo en paraísos fiscales y, sobre todo, la «triangulación de facturas» para desviar a sus bolsillos los seis millones de dinero público que llegaron a Nóos.

El arrepentido disparó al corazón de la defensa de los dos principales imputados. «El Instituto Nóos siempre fue una organización con ánimo de lucro» y sus directivos, explicó, sabían por su boca que lo de tributar como una fundación era un fraude. Según el asesor fiscal del entramado, él mismo «insistió» para que Urdangarín y Torres «tributasen en el régimen general y no por el de fundaciones sin ánimo de lucro», pues se «dedicaban a la consultoría» con un beneficio que «se repartían al 50%». Sin embargo, el cuñado de Felipe VI y su socio, según su versión, no le hicieron caso.

Miguel Tejeiro, que al comienzo del juicio fue absuelto después de que Manos Limpias le retirara la acusación, hundió poco a poco a Urdangarín y Torres, a los que culpó de ser los cerebros de la trama para defraudar y de cuadrar las cuentas de forma ficticia, aunque fuera a base de contratos de trabajadores fantasmas.

Tejeiro se lanzó a exculpar a la hija de don Juan Carlos y a La Zarzuela. Dijo que sólo vio tres veces a Cristina de Borbón, que jamás recibió indicaciones de ella y negó que él dijera jamás que la inclusión de la infanta como socia de Aizoon era para usarla de «escudo fiscal».

En su afán por salvar a la Casa Real llegó a desmentir a la esposa de Urdangarín, que el jueves afirmó que «todo lo que hacíamos estaba controlado». Explicó que «nadie» de la Casa del Rey le pidió los datos fiscales.

tracking