El viento evitó que el fuel llegara a tierra en Cantabria

Los vientos del norte-noroeste que soplaron en las últimas horas de ayer hicieron saltar todas las alarmas y prestar mucha más atención a este vertido en la zona cantábrica, ya que cabía la posibilidad de que fuera desplazada de mar a tierra. Algo que por el momento no ocurrió y puede que no suceda, ya que entrada la tarde el viento se volvió a aliar con la costa española rolando a sur-suroeste, el que desde hace más de dos semanas empujó la mancha hacia el norte y evitó que se repitiera una nueva marea negra en Galicia. Aún así, en las últimas horas se detectaron pequeñas manchas en la costa norte, concretamente en Finisterre, donde algunas embarcaciones, las pocas que las malas condiciones del mar permitieron salir, detectaron galletas de fuel que retiraron logrando llenar con ellas un contenedor con una capacidad de 1.500 kilos. También se avistaron nuevas manchas, limpias de arena y restos de roca, en varias de las playas de Carnota y Muxía, las zonas más afectadas por esta catástrofe, y en la localidad de Cangas, en Pontevedra, donde fueron rápidamente retiradas. Cantabria y Asturias En el resto del Cantábrico, según fuentes oficiales, la apariencia de las playas es de limpieza, y sólo se detecta la existencia de grumos muy dispersos en la zona comprendida entre el límite con Asturias y el término municipal de Suances. En Cantabria, el fuerte viento y el oleaje impidió salir a la mar a los barcos de reconocimiento y a los pesqueros que limpian el vertido, por lo que las labores de limpieza se centraron en las playas, donde trabajaban aproximadamente casi 700 personas. Unos 150 voluntarios han centrado estas tareas en las playas y acantilados de la localidad de Trasierra, una zona de difícil acceso donde se ha detectado una gran cantidad de masa de fuel retenido entre las grandes rocas de la zona. Respecto al punto del hundimiento del Prestige, donde el petrolero sigue vertiendo diariamente una gran cantidad de fuel, los datos oficiales indican que no se avistaron nuevas manchas en la zona tras sobrevolarla. Hasta allí se espera que en las próximas horas llegue el batiscafo Nautile para seguir intentando sellar las grietas del pecio, una labor que tuvo que interrumpir en los últimos días dado el fuerte temporal que se registró en Galicia.