«Lo nuestro son las cosas que pasan un día cualquiera en cualquier calle»

«Lo nuestro son los temas a los que no acudiría otra policía, pero que, no por ser pequeños conflictos, dejan de estar en la calle, y todo lo que pase allí nos incumbe», según el intendente jefe de la Policía Local, Martín Muñoz. En el capítulo de anécdotas que ha protagonizado o a las que ha tenido que hacer frente la policía de barrio hay de todo. En el control de mercados callejeros, por ejemplo, el trabajo arrecia los domingos de rastro o casi cualquier día de diario de la semana. La incautación de mercancía ilegal en forma de disquetes o ropa pirata es lo más habitual, llegando a sumar cifras espectaculares. Este tipo de productos son destruídos despues cara al público o, al menos, con fotos de los periódicos, donde ya es tan frecuente ver a una apisonadora destruír disquetes top manta como exponer grandes paquetes de falsos vaqueros o camisetas de marcas caras. La venta ilegal no sólo es ambulante, así que se han producido no pocos casos llamativos en mercadillos tradicionales de alimentación que parecían inocentes, como, hace aproximadamente dos años, el de un vendedor que exponía a precios irrisorios palomas que procedían en realidad de explotaciones que habían sido robadas y cuyo valor por ejemplar o pájaro raramente bajaba de 600 a 1.200 euros: eran palomas mensajeras, con sus correspondientes anillas en la pata, algunas de ellas con muchos trofeos de campeón en competiciones nacionales. Según Martín Muñoz, sería difícil hacer una lista de casos llamativos en los que interviene, más o menos a menudo, la policía de barrio, «aunque hay de todo: una vez tuvieron que detener a dos atracadores armados en pleno centro de León que habían robado un furgón de Seur, en otras ocasiones son ellos los que detectan casos sospechosos que luego resuelven otros policías, y con frecuencia se nos presentan los casos más extraños». «Por ejemplo», se añade, «son frecuentes las búsquedas de personas extraviadas, que parecen una tontería, pero mejor que no acaben en tragedia. Hace pocas semanas localizamos a una persona desnuda que tenía perturbadas sus facultades mentales y se había escapado de Santa Isabel. También y casi a diario tenemos que resolver peleas o pequeños casos de denuncuencia juvenil, que pocas veces tienen trascendencia, pero son las cosas que ocurren en la calle». S