Diario de León

El Congreso avalará hoy que el Ejecutivo hable con la banda terrorista cuando deje las armas

PP y PSOE agotan las negociaciones sin un acuerdo de diálogo con ETA

López Aguilar recordó que las Fuerzas de Seguridad hostigan a diario a los terroristas

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, durante la rueda de prensa ofrecida ayer

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, durante la rueda de prensa ofrecida ayer

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agencias | madrid
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El PP rechazará hoy la enmienda presentada por el PSOE a su propuesta de resolución sobre el mantenimiento del Pacto Antiterrorista por considerar que es incompatible con la moción socialista que aboga por negociar con ETA si la banda terrorista abandona las armas. La conversación telefónica que mantuvieron en la tarde de ayer el portavoz del grupo socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, y del grupo popular, Eduardo Zaplana, sobre las propuestas de resolución que debatirá mañana el pleno del Congreso concluyó sin acuerdo. De hecho, el PP se opondrá a la iniciativa del PSOE a favor de una negociación con ETA en el caso de que la organización terrorista abandone las armas, una propuesta que cuenta con el visto bueno del resto de grupos. A su vez, los socialistas informaron de que votarán en contra de la segunda propuesta registrada por el PP en la que pide al Gobierno que solicite la ilegalización del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV). La conversación entre Rubalcaba y Zaplana sucedió a las opiniones que dirigentes de ambos partidos pusieron de manifiesto a lo largo del día sobre las propuestas de resolución consecuentes del debate sobre el estado de la nación celebrado la semana pasada. El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, garantizó ayer que el Gobierno no mantendrá ningún contacto con ETA hasta que la banda terrorista «abandone definitivamente las armas» y que «su entorno comprenda que están definitivamente derrotado», algo que, en su opinión, es obvio que no se ha producido. «No ha habido ninguna comunicación ni establecimiento de diálogo alguno con la banda terrorista», aseguró el ministro, quien insistió en que los atentados de este fin de semana contra cuatro empresas guipuzcoanas no cambian nada porque «tampoco se ha producido nada que se parezca a un ofrecimiento» a ETA. Es más, López Aguilar se vio obligado a recordar que las fuerzas de Seguridad siguen «hostigando todos los días por tierra, mar y aire» a la organización armada y que durante el año de Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha habido más de un centenar de detenciones de supuestos etarras. Para el ministro de Justicia, ETA «no tiene ninguna posibilidad de obtener ninguna recompensa política con el ejercicio de la violencia», tal y como recuerda la moción presentada por el PSOE. Esa iniciativa es acorde con el punto número uno del Pacto Antiterrorista, que para el Ejecutivo sigue «plenamente en vigor». Palabras sí, armas fuera El Congreso avalará hoy con el voto de todos los grupos excepto el Popular, que el Gobierno dialogue con ETA, «si se producen las condiciones adecuadas» , sobre el final de la violencia siempre que decida «abandonar la violencia». El PSOE no recibió enmienda alguna a su propuesta de resolución, ni siquiera del PP, y se aseguró el respaldo de los nacionalistas vascos, catalanes, canarios e IU. Y es que, el portavoz socialista en la cámara baja mantuvo varios contactos con su homólogo popular para que se sumara al consenso, pero las conversaciones fueron infructuosas. José Blanco, secretario de Organización del PSOE, cree que Mariano Rajoy ha optado por las posturas más extremas del PP para salvar su liderazgo al frente de esa formación y que «no le muevan la silla». Por ello, reclamó al PP que «al menos tenga cordura» y deje de acusar al presidente del Ejecutivo de no condenar atentados, de ser un muñeco en manos de ETA o de haber traicionado a los muertos. El PSOE redobló sus argumentos para que el PP se aviniese a respaldar su iniciativa, pero fue en vano. Alfredo Pérez Rubalcaba trató de convencer a Zaplana de que no tenía sentido que rechazaran una propuesta que recoge textos que han respaldado «una, dos, cuatro y diez veces» porque proceden de los distintos pactos antiterroristas que se han firmado.

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