«El curso me sirvió para saber qué hacer ante una pelea»

El grupo de ayudantes de mediación del IES Claudio Sánchez Albornoz, de León, se reúne cada recreo de los lunes en un pequeño local del centro. Es su tiempo libre, pero han decidido que merece la pena dedicarlo a aprender nuevas formas de comunicación y de resolución de conflictos. «Hasta ahora las cosas (por los conflictos entre alumnado) se resolvían a palos, así que es muy útil y muy necesaria la mediación», dice una alumna. Un compañero lo explica con un ejemplo: «Me encontré con una pelea entre dos chicos a la puerta del instituto y supe qué tenía que hacer; aunque también me llevé un pequeño puñetazo tuve la oportunidad de preguntarles qué había pasado y ofrecerles la mediación». No fue él quien llevó a cabo , puesto que todavía no tienen completada la formación, sino el coordinador de convivencia. Pero resultó. «Los chicos muchas veces lo que necesitan es hablar y comunicarse porque no tienen quien les escuche», explica Javier García Calzada. «No se les obliga a que sean amigos, se les hace entender que pueden resolver sus diferencias hablando»- En general, lo que más les cuesta a los ayudantes de mediación es cumplir el mandato de no dar consejos.