«Si salgo yo, Rajoy será presidente»

Arancha Miguélez se impuso una disciplina para afrontar la campaña como candidata número tres al Congreso por el Partido Popular: «Aprenderme, asimilar, interiorizar el programa del PP en todos sus puntos y comunicar entusiasmo, convencimiento y la superioridad de Rajoy sobre Zapatero». Una vez «armada» por dentro, la candidata organizó su vida para sobrevivir a la campaña. Es jueves. Anoche llegó tarde de un mitin en Congosto, pero Guzmán y Sebastián, como casi todos los niños, madrugan. A las 9.30, la mamá candidata deja al pequeño de dos años en la guardería pública de Villaquilambre y a las 9.45 entra con Guzmán, de cuatro años, en el patio de Maristas San José. Rescata el coche de la acera -«aquí no hay quien aparque», se queja- y lo dirige hacia el Ayuntamiento de León. Arancha Miguélez es, además de candiata al Congreso, la concejala número seis del PP en León (la cinco desde que marchó Amilivia) y esta mañana asiste a una comisión de Cultura -se abstiene en la votación de los estatutos de León Real porque «los tenemos que leer»- y a otra de Medio Ambiente... en la que se aprueba una ordenanza que limita las distancias entre los bares. Antes del mediodía vuelve al coche. Ahora toma la dirección de Eras de Renueva, a la sede del Partido Popular. En los últimos días ha visitado más veces la cuarta planta del edificio Europa que en toda su vida de afiliada al partido, en el que milita desde el año 2000. «La sede está abierta desde las 6.30 de la mañana hasta pasada la media noche», aclara la candidata. Un grupo de mujeres se afanan embuchando papeletas del Senado. Son parte del equipo de voluntariado, unas quince personas, que se ocupan de la intendencia electoral. Arancha Miguélez se da cuenta de que mientras ella mete embucha una papeleta, una mujer que está a su lado despacha cuatro sobres: «No te preocupes, llevo haciendo esto 28 años», le tranquiliza María Jesús Carbajo, la jefa de embuche en cuyo móvil suenan los sms con un toque de corneta. «Arancha viene todos los días a recoger propaganda y merchandinsing . Es encantadora. Muy humana y sencilla. Nada de estirada , como dicen algunos», se sincera María Jesús. La candidata acude en busca de material para patear la calle «con las ideas claras», que es lo primero que dice en los mitines. Esta mañana no ha habido reunión de maitines con la candidatura, pero Juan Morano está en la sede. «¿Te importa hacerte una foto conmigo?», le pide. «Lo qué tu digas, lo que tú mandes...», contesta él «efusivo y afectuoso, como siempre». A Arancha Miguélez le resulta chocante compartir candidatura con «un político de toda la vida» y a quien «aún le paran en la calle para saludarle y pedirle cosas». «Estoy muy a gusto con él, es muy accesible. Más de una vez me ha dicho, mirándome a los ojos: «Tú no te preocupes, vas a estar en el Congreso seguro». Si el PP gana en León, Arancha Miguélez se estrenará como diputada. Y, como bromea ella en los mítines, «si yo salgo, Rajoy será presidente». El PP tiene a León entre una docena de provincias clave para «reconquistar» el Gobierno. Y León tiene un fuerte valor simbólico. «Nos la jugamos por un puñado de votos», sentencia. Esta mañana va, con las ideas claras, las bolsas de propaganda y los dípticos con la candidatura al barrio de Las Ventas. Arancha Miguélez no cree en Zapatero, por supuesto. Y eso que jugó con él en la infancia porque las familias «se llevaban bien» y fue alumna suya en la Facultad de Derecho, cuando el hoy presidente daba clase en la Universidad de León. «Recuerdo que una vez me dijo que no tenía nada claro que seguiría en política... ya ves. Ha sido un presidente prematuro, no ha cumplido sus promesas y ahora pide cuatro años más». Ella tampoco habla de proyectos para la provincia, se centra en «lo nacional». La guerra Zapatero-Rajoy es el eje central de la campaña en la que, al final de los mítines, la gente, sin embargo, «suele preguntar por lo suyo». Pero ella insiste: «No ha hecho nada y la economía va como va... No se venden pisos, la gente se empieza a asfixiar... Los hosteleros venden más menús y menos a la carta... baja la venta de turismos». Pero, tiene razón, la gente pregunta por lo suyo: «Yo lo que quiero es que vuelva el baile a San Isidoro, que nos lo ha quitado la gerente de Servicios Sociales», espeta un viandante que se confiesa votante del PP. «¿La gerente?, yo creo que se confunde con la concejala de Bienestar Social», comenta la candidata. El hombre asegura que Morano y Rajoy ya están al corriente de su reclamación. La gente se acerca por bolígrafos, mecheros, caramelos o posavasos. «Te veo todos los días en el periódico», le dice un conocido. «Estoy en dudas entre este partido (Unión Progreso y Democracia) y el PP», comenta otro ciudadano. «Pues el voto útil es el del PP, esa candidatura no tiene posibilidades», informa la candidata popular. (Vestida con pantalón de pana, cazadora vaquera y deportiva, esta mañana (sábado de mercado) hace campaña en la Plaza Mayor. «Esta soy yo, candidata al Congreso». «Pues estás más guapa en la foto». Los hombres ven natural hacer comentarios sobre el aspecto físico de la candidata. Ella se defiende con mano izquierda: «Aquí no vamos por guapas. Me presento para defender León y llevar su voz al Congreso», aclara con una sonrisa). Arancha Miguélez lleva con flema los comentarios sobre si es o no mujer cuota: «Parece que soy cuota por triple partida: por mujer, por el PP y por Isabel Carrasco... Espero que no me hayan elegido sólo por ser mujer...», concluye. Ella sigue a lo suya. Se presenta y explica la candidatura, ofrece el billete falso de 400 euros con el que el PP contrarresta la oferta socialista de devolver este dinero a todos los contribuyentes: «Tome, 400 euros, si el Gobierno se los da vamos a medias», repite. Tan afanada como ella está la candidata al Senado, Carmen González Guinda, que es alcaldesa de Garrafe; la número cuatro de la lista al Congreso y concejala por San Andrés, la concejala por León Teresa González y otro compañero de la Coporación, Julio Cayón. Las candidatas del PP han hecho piña y lo mismo van juntas a dar un mitin en Toral de los Guzmanes que a Laguna de Negrillos. Viéndola mediar entre un adepto al PP y un votante socialista se diría que la candidata Miguélez sabe lo que es el talante: «En el PP hay gente con fe y sin fe y en el PSOE igual», contesta al hombre que está empeñado en que su amigo cambie el voto al PP porque «tiene parientes curas». La aspirante a diputada se esfuerza con el mismo empeño en explicar cómo se vota al Senado: hay que poner tres cruces y meter el pliego sepia en el sobre sepia (suelen decir amarillo). Pero cuando termina siempre hay alguien que pregunta: «Entonces, ¿cómo tengo que recortar la papeleta?». «Debería de haber más campañas institucionales para explicar esto». Para no ser menos, su hijo mayor también le hace preguntas. -«¿Qué hacen esos señores en los carteles en las paredes?». -«Pues uno es Rajoy y el otro es Zapatero y los dos quieren ser presidentes del Gobierno», contesta la madre. Y el niño, como es natural, responde con otra pregunta: -«¿Y tú de qué equipo eres, mamá?». -«De Rajoy, hijo». Guzmán, como la mayoría de los niños, quiere saber más cosas: -«¿Zapatero es ese de la película de Zapatero y Filemón?» Cosas de niños. EL MÉRITO «Si gano, el premio será el escaño en el Congreso de los Diputados» La candidata número tres del PP al Congreso de los Diputados asegura que el mérito de ganar o no ganar en León «no será mío» sino del «Partido Popular, de la organización de Génova, de Nuevas Generaciones y de toda la gente voluntaria que trabaja para llevarme en volandas al Congreso» EL ATERRIZAJE «Me enteré por la prensa de que podía ser candidata del PP al Congreso» «Me sorprendió que saliera mi nombre. Cuando me lo propuso Isabel Carrasco dije que sí. Desde luego, hace tres años no hubiera podido aceptarlo pero ahora me las arreglo, aunque todo el día de taxita con mis hijos» A la caza del voto «Buscamos el voto de los indecisos, el de los nuevos votantes y las mujeres» «CONCILIAR ES COSA DE HOMBRES Y MUJERES» «No he pensado cómo organizarme con mi familia si soy diputada. No soy de las que está peor: tengo a mi marido, mi madre y ayuda en casa» «GANAREMOS EN EL FEUDO DE ZAPATERO» «Tenemos una diferencia muy pequeña con el PSOE, de apenas seis mil votos, y es sintomático que las encuestas digan que nos acercamos más»