Diario de León

El lendakari acusa al presidente del Gobierno de pensar más en elecciones que en soluciones

Zapatero da un segundo portazo al proyecto soberanista de Ibarretxe

El jefe del Ejecutivo le propone respetar la Constitución y el ordenamiento jurídico para empezar a hablar

Ibarretxe y Zapatero estuvieron reunidos en La Moncloa por espacio de dos horas y media

Ibarretxe y Zapatero estuvieron reunidos en La Moncloa por espacio de dos horas y media

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Paula de las Heras - madrid
León

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José Luis Rodríguez Zapatero y Juan José Ibarretxe escenificaron ayer un nuevo diálogo de sordos. «No sé muy bien con qué ha venido», resumió el presidente del Gobierno tras decir «no» a la propuesta del lendakari que no respeta, según el Gobierno, los procedimientos legales para acometer la reforma del Estatuto de Guernica y cuyo contenido ni siquiera entiende. El jefe del Ejecutivo vasco desoyó la negativa y volvió a Vitoria dispuesto a seguir tensando la cuerda y a presentar al Gobierno central como cercenador de cualquier expresión de la voluntad del pueblo vasco. «No sé si de mantener reuniones se obtiene siempre el beneficio que se quiere, pero sé que es mejor que no tenerlas», dijo. El encuentro con Rodríguez Zapatero era el primer paso en la estrategia diseñada por el lendakari para intentar cambiar el marco de relaciones «con el Estado» o, en su caso, conseguir un balón de oxígeno con el que presentarse a las próximas elecciones autonómicas. El propio jefe del Ejecutivo central achacó ayer la iniciativa a la posición «un poco débil» en la que se encuentra Ibarretxe, al frente de un tripartito mal avenido y con un PNV dividido tras el varapalo electoral del 9 de marzo. Porque, a su juicio, nada de lo que hasta ahora ha expuesto tiene sentido alguno. Es más, tras casi dos horas y media de reunión, Rodríguez Zapatero aseguró no tener ni la más mínima noción de «para qué» quiere Ibarretxe celebrar una consulta en octubre. «No sé muy bien con qué ha venido», dijo. Para evitar un mensaje «victimista» e impedir que el lendakari alegue ahora que «Madrid» siempre le da el portazo, el presidente del Gobierno lo invitó a olvidar «el terreno de la especulación política» y plantear «cosas concretas que afectan al autogobierno». Respeto Atribuyó además a Ibarretxe un comportamiento irresponsable. «La sociedad y el mundo empresarial precisan de certidumbres; los gobiernos no deben poner su marco en cuestión sin un amplio consenso o sin saber a dónde se va», advirtió Rodríguez Zapatero. Fue su eterno «vuelva usted mañana» una vez haya forjado un acuerdo transversal entre partidos en el Parlamento vasco para modificar, si es lo que quiere, el estatuto vigente. «Si respeta la Constitución y los procedimientos del ordenamiento jurídico, hablaremos», insistió. La respuesta no amilanó al lendakari, que cree poseer un argumento infalible. Sobre la mesa de Rodríguez Zapatero puso ayer las conversaciones mantenidas en Loyola por PSE, PNV y Batasuna durante el «proceso de paz»: el reconocimiento de la «identidad nacional vasca», de las «las decisiones que, sobre el futuro, adopte libre y democráticamente» el pueblo vasco y de un órgano común entre País Vasco y Navarra con unas «atribuciones ejecutivas y legislativas» que habría que negociar. «No es aceptable que sobre las mismas cuestiones sobre las que se ha hablado con ETA se niegue a dialogar con el representante legítimamente elegido de los ciudadanos vascos», adujo Ibarretxe. El jefe del Ejecutivo replicó que la comparación es «un poco absurda» y se escudó en la ruptura de la tregua para defender su posición. «Cuando estamos en la posición en la que estamos no será precisamente porque el Gobierno cedió», dijo. Ibarretxe adjudicó la actitud de su interlocutor a la pura estrategia electoralista. Dijo que Zapatero estuvo «a la defensiva» y «enrocado» en sus posiciones. «Me marcho con la sensación de que sólo tiene un proyecto para Euskadi: las elecciones; y quien sólo tiene elecciones no tiene soluciones».

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