Diario de León

Alfonso García

Sueldo piramidal

Creado:

Actualizado:

Abróchense los cinturones. Año de turbulencias electorales. El satélite no precisa su intensidad, pero todo parece presagiar que serán fuertes y duraderas. No se muevan de sus asientos, tomen alguna pastilla contra mareos. Las palabras del comandante eran claras. Las azafatas revisaron el cumplimiento y ocuparon sus asientos. El silencio se apoderó del avión.

A los pasajeros les hubiese gustado saber qué pasaba por la cabeza de los otros. La cantinela perpetua, seguramente, del puente sin río, los árboles de frutas lujuriosas en medio del desierto, un jardín de infancia donde apenas queda rastro de vida, trabajos a granel que permitan llegar sobradamente a fin de mes, ciudades encantadas de desconocerse a sí mismas, pueblos con manantiales de leche, miel e hilos de oro… Disparates, en fin, de la intensidad de las turbulencias. Eso sí, sin que uno copie del otro, no sea que proliferen después los acusicas.

A otro debió de llegarle la rotundidad de un aspirante a la que él llama, pobrecito, servidumbre pública: «Si ganas 25 000 euros, estás solo». Y como no es amigo de la soledad, se encargará de que tal cantidad quede lejos de sus aspiraciones. Por arriba, naturalmente.

Nuestro viajero de sueldo y escudo, momentáneamente liberado del miedo, alejado en ese instante de chascarrillos, barruntos y banalidades, se atrevió a enhebrar mentalmente el asunto con cierta lógica, según su pensamiento, que nunca es origen, claro, de principios universales. Primero y sobre todo en asunto tan espinoso, que los equipos presentados a tal o cual gobierno mostrasen con claridad suma respecto a los sueldos que pretenden asignarse, sin hablar de comodines para dejar en evidencia a los contrincantes. En el programa, en definitiva. Que el pueblo también tiene algo que decir y decidir al respecto. Porque después, sin chistar ni rechistar, ya saben qué ocurre, tanto en determinaciones como porcentajes de subida. Este sueldo, por otra parte, debería ser piramidal. Fácil de entender: la asignación deberá descender, en forma de pirámide, desde el máximo responsable del gobierno hasta los representantes de menores atribuciones para evitar la paradoja, por ejemplo, de que muchos alcaldes ganen más, o bastante más, que el presidente del gobierno. Este asunto exige una regulación urgente y eficaz.

El vuelo se prolongó. Como las turbulencias. Parece que todos tienen ganas de tocar tierra. No parece muy recomendable andar por las nubes. O más arriba.

tracking