Editorial | Para UPL ha llegado su momento

La jornada electoral del 28-M siguió, en líneas generales, el guion previsto. El Partido Popular recuperó buena parte de su poder territorial, en forma de ayuntamientos, diputaciones y autonomías. Son incontables los golpes de efecto que se apuntó en lugares como Madrid, Baleares, Madrid o Extremadura. Incluso dentro de Castilla y León también consiguió una remontada importante —incluida Valladolid—, en casi todos los casos a costa de la desaparición de Ciudadanos y de la irrupción menor a la esperada de Vox.

Quizá sea el primer fracaso de la noche. Muerto Ciudadanos parece que Vox no consiguió acaparar todo el voto ansiado. La fortaleza del PP termina con cualquier esperanza de ‘sorpasso’, como le ha pasado a esa maraña de siglas de extrema izquierda, que vuelve a su lugar tradicional con un poder muy limitado. El PSOE resiste en pocos feudos y tiene por delante un camino complicado hasta las generales que sí o sí tendrán lugar en invierno.

En la provincia de León estaba en juego el nivel de mantenimiento del voto de UPL tras su éxito en las autonómicas de febrero. Y aunque consiguió menos respaldos que entonces, sale muy fortalecida como llave en las principales instituciones. Hoy iniciará el juego de los pactos con todos los ases. Y tendrá que aprovecharlos para evitar que resuciten sus fantasmas y esa ruta tantas veces repetida que la hace decaer al convertirse en mera muleta de gobiernos. Sus votantes, en esta ocasión, no le permitirán que no dé un paso al frente para conseguir un leonesismo real en las instituciones. UPL decide en León, en la Diputación, en buena parte del alfoz y en municipios notables. En el Bierzo, también gana poder el bercianismo. Eso sí, con Tarsicio Carballo y su PRB fuera de la corporación de Ponferrada. Coalición por el Bierzo, de Iván Alonso, tendrá la oportunidad de hacer efectivo su as ganador para decantar el próximo mandato municipal