Moción en la Dipu

Hemos visto a los secretarios provinciales del PSOE rogando a Sánchez que agilice el trámite para llegar a la presidencia. Que ya, que lo que pide Javier Alfonso Cendón y otros no es que el  one  apoye la amnistía ni el referéndum, pero ya saben que en política las cosas no son más que lo que parecen y lo que parece es que tienen miedo a que en enero haya elecciones.

Yo, que soy más de aquí, me imagino que la UPL estará preparando la moción a favor de la autonomía para que la vote quien quiera, que serán tres, aunque diga uno de los Courel que no exigirá nada a sus diputados o solo a algunos, a los necesarios para que la votación no salga adelante, como si en esto de la Diputación fuera necesario algo más que el desdén.

Antes de presentarla, Santos debería saber si cuenta con mayoría y, en el caso de no tenerla, montar una moción de censura. Que se maten entre el PP y el PSOE, ahora que el PSOE está en disposición de romper el país pero no el momio de Valladolid y el PP, dispuesto a perdurar en la pérdida de su poder en León para que Esther Muñoz le manque el brazo a su bestia negra y otrora compañero Javier Vélez.

Y es que no hay mejor cosa que dejar que las cosas sigan su curso sin que se te muevan las pestañas. Como hacía Rajoy, que el que venga detrás que arreé, que el noble valor de la prudencia nos manda en ocasiones quedarnos inmóviles para que los demás bailen y el público vea que solo lo hacen al ritmo de su música.

No hará falta que los socialistas de la Diputación demuestren que están a punto de hacer nada, la misma nada que hicieron en los últimos cuatro años. ¿Cuánto tienen de remanente? Alrededor de 150 millones que, Pellitero mediante, dan para construir el Corredor Atlántico con nudo en Castilla o quitarnos los impuestos —háganse un Ayuso— que no podemos pagar.

Ya saben que en Francia había tres estados y sólo el tercero pagaba por no tener los derechos que los otros sí disfrutaban. Como ahora.