Diario de León
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León

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“LAS BICICLETAS NO SON PARA LAS ACERAS” Sé que esta carta levantará comentarios y ampollas dentro del gran círculo de personas que habitualmente se desenvuelven por la ciudad en bicicleta. Siempre creí que las bicicletas deben circular por las calles y, una vez acondicionado en nuestra ciudad el “carril bici” por este, pero jamás subir a las aceras e ir esquivando a las personas que transitan por las mismas. Llevamos unos años que algunos ciclistas olvidan esta premisa y, circulan supongo que para ahorrar tiempo y esfuerzo, por donde les viene mejor; incluida la zona para los peatones (las aceras). Ya cuando van circulando por las calles, no respetan el ir por el lado derecho de las mismas, ni próximos al bordillo, no, van a su aire. Dentro de ir a su aire, también observo que lo hacen con una marcha en zigzag, entre los coches. Tampoco respetan los semáforos, si están en rojo es igual, aprovechan unos segundos y pasan entre los peatones que estén andando por el paso. Si no les vale con esto, se suben a la acera y van entre unos y otros, como si la jungla fuera de ellos. Con esta forma de circular, en ocasiones han originado accidentes; muchas veces porque despistan a los conductores con sus maniobras y estos no pueden esquivarles. Llegados al desgraciado percance, en su descargo los ciclistas argumentan “me embistió o golpeo un coche”. Y eso no es así, lo más probable es que con tu forma temeraria de circular tú te hayas golpeado contra un coche. Entiendo que entre un coche y una bicicleta la parte débil es esta última, sin embargo, no siempre la culpa es del automóvil. Ya sé que los conductores también cometen muchos errores y a veces no calculan la dimensión de los mismos. Pero una diferencia grande hay entre automovilistas y ciclistas en el momento de responder por sus actos. Si a un conductor se le sorprende conduciendo de forma irregular y temeraria, se le sanciona; más hoy por hoy a un ciclista circulando a su libre albedrío, como mucho le puede caer una reprimenda, pero nada más.

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