EDITORIAL | Mayor apuesta por el peatón

El avance hacia la peatonalización de Ordoño II ya es imparable. La decisión del Ayuntamiento de León de nivelar la calzada a la altura de las aceras es el paso lógico para que la avenida se convierta de forma efectiva en un entorno que prioriza al peatón, aunque para ello el equipo de gobierno socialista deba asumir la ejecución de los cambios urbanísticos necesarios. Es el precio de ser consecuente con las convicciones y con los compromisos electorales y, aunque este planteamiento conlleve críticas por acometer nuevas obras apenas un año después de la desafortunada intervención del último mandato, lo que no es de recibo es mantener como permanente una estructura de la vía que a todas luces es provisional e inoperativa. Transcurridas ocho semanas desde el cierre parcial al tráfico de la principal arteria de la ciudad, es fácil comprobar que el peatón no se siente cómodo en la calzada. Ordoño debería ser y parecer el eje central de la vida urbana y comercial de la capital, pero su imagen actual es incompatible con un espíritu que sí se percibe en otras capitales. La segunda fase aún no tiene fecha de ejecución por lo que hay tiempo para valorar sin precipitación los próximos pasos que se deben dar y sus implicaciones. Lo principal es evitar la improvisación y que la ciudadanía perciba que las decisiones se toman con sentido y argumentadas por una motivación lógica, que León debe ser una ciudad preparada para el futuro y eminentemente sostenible.