Diario de León
Publicado por
juan carlos franco
León

Creado:

Actualizado:

S i, como decía Rosendo, hay (mil) maneras de vivir, casi por lógica deben existir otras tantas maneras de morir. Entre estas, hay están los que prefieren hacerlo a la vista de todos —ante una audiencia televisiva de nueve millones de espectadores— y lo hacen como aquel viejo dinosaurios al que otros más jóvenes los devoran a mordiscos, ya sea porque le ha llegado su turno (como antes le llegó a otros grandes dinosaurios que no supieron adaptarse a los cambios) o porque las nuevas generaciones aprietan fuerte por ocupar el espacio del macho alfa de la manada. Los hay que prefieren pasar esos últimos momentos en soledad, tal vez para no hacer partícipe al mundo de su agonía, por aquello de que ‘a los enemigos no les cuentes tus penas —y que mayor pena hay que encaminarse a la mortaja—, pero tampoco a tus amigos, que los divierta su madre’, o, tal vez, puede que sea por el simple hecho de que se quiera ser consecuente con lo que se ha sido, y al final uno palma como ha vivido.

Se suele decir que ese final nos termina igualando a todos («...allí los ríos caudales, allí los otros medianos y más chicos, y llegados, son iguales los que viven por sus manos y los ricos» que desde hace muchos años escrito está) y que lo único que difiere es el sepelio. El coro de plañideras que se agolpan a los pies del moribundo a la espera de que expire su último aliento y que luego, en el momento del sepelio determinarán la categoría de éste. Y así no será lo mismo apellidarse Sánchez que Lara, Abengoa que Vitro-Cristalglass.

En esa escena del moribundo, rebuscando por el fondo de la habitación, se puede encontrar al ‘recompostor’, haciendo números y cábalas sobre la parte alícuota de la herencia que le corresponderá. Su hedor es repulsivo y proviene de un cuerpo corrupto que se resiste, una vez más, a caer al hoyo al que debió ser arrojado hace ya mucho tiempo. En esta ocasión no sólo volverá a sobrevivir al naufragio sino que se mostrará como elemento imprescindible para componer los huesos del mastodonte que aparezcan esparcidos por la arena (política).

Hace pocas fechas atrás se hacía oficial que en este país el número de fallecidos ya supera con crecer al de nacimientos e inmigrantes. Y eso que todavía no habían contabilizado los del 20-D. Todo apunta que esta será una legislatura corta... a este ritmo sólo van a quedar, un vez más el recompostor y el sepulturero.

tracking