Diario de León

TRIBUNA

Elecciones generales, Eurovisión y las ‘4 patas’

Publicado por
Francisco Javier Santos Aguado notario de león
León

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E l lector dirá: «¿Qué tiene que ver Eurovisión con las elecciones?». Me explico: Corría 1969 y España —que el año anterior había ganado el Festival de Eurovisión con Massiel y su La, la, la — organizó el certamen en Madrid en el cual, como aún recordarán los más viejos del lugar, no hubo un solo ganador sino cuatro, lo que motivó comentarios para todos los gustos; unos, un tanto sarcásticos, decían que fiel al eslogan creado y plublicitado por Fraga Iribarne, ministro de Educación y Turismo de aquellos años, el premio seguía demostrando que ‘Spain is different’; Alvaro de la Iglesia, director de La Codorniz , revista de humor de la época cuyo slogan era «la revista más audaz para el lector más inteligente», manifestó a micrófono abierto que «fiel a la idiosincrasia típica del español, nos había salido un premio a 4 patas», y otros en fin, solo críticaron el «famoso» abrigo de chinchillas que lució Massiel en aquella gala.

Dicho lo anterior a modo de puesta en situación, el resultado de las elecciones de diciembre no demostró que España siguiera siendo diferente como pretenden algunos —porque hay países europeos donde ya se han dado ese tipo de resultados— y como chinchillas para criticar no había, salvo prueba en contrario, sí podemos afirmar a ciencia cierta que como en Eurovisión en 1969, ese resultado nos salió «a 4 patas», dicho sea con todos los respetos, mejorando lo presente y sin ánimo de ofender, que diría un castizo.

Y resulta que los líderes políticos de las formaciones ganadoras —porque aquí siempre ganan todos— son incapaces de llegar a un pacto de Estado porque su escaso sentido del mismo, su miopía política y su falta de formación para lo que dicen que son: políticos, les impide ver más allá de sus rencillas personales infantiloides y caciquiles, con lo que se demuestra que, parodiando algún programa de esos que nos enseñan a hacer los huevos fritos con encanto y que tan de moda se han puesto, saben bien pasar ‘el rodillo a la masa’ cuando cuentan con una mayoría parlamentaria pero son incapaces de «elaborar un plato» si tienen que contar «con cuatro ingredientes» para ello.

Parece pues, que cuando hablamos de las cuatro patas nos tengamos que referir, no a los votantes, que hemos votado, o no, lo que libremente hemos querido, sino a los lideres de sus formaciones políticas, que no saben desenvolvérselas con ese resultado. Y resulta que ahora como no consiguen ponerse de acuerdo respecto de la gobernabilidad de España, si Dios no lo remedia —y no tiene porque meterse en estos andurriales— se nos está vendiendo la burra de que probablemente tenga que haber nuevas elecciones con el «sano propósito» de que los votantes en cantidad suficiente, según la Ley Electoral vigente, cambiemos nuestro voto para que ellos logren formar otras mayorías que solas o en compañía de otros —de determinado signo, eso sí— permitan a los mismos políticos, que están siendo incapaces de llegar a un acuerdo, ni siquiera para elaborar y aprobar una nueva Ley Electoral que elimine los defectos de la que está vigente (que fue elaborada a medida, recuérdese, para que Suarez ganara las primeras elecciones del 1977 y que como después resultó que también le fue favorable al PSOE no se cambió) que les permitan, digo, la gobernabilidad España.

¿Puede haber mayor despropósito? ¿Puede existir mayor burla a la voluntad del ciudadano expresada en las urnas? ¿Puede existir mayor desprecio a la Democracia misma?

Se nos pide, nada más ni nada menos, que torzamos nuestra voluntad manifestada libre y espontáneamente para que mediante su torcimiento ellos puedan conseguir lo que no han sabido hacer antes, es decir, ahora; unos acuerdos mediante los cuales se obtenga una mayoría en el Parlamento que permita elegir un presidente de Gobierno y consecuentemente un Ejecutivo que supere el impasse en el que nos encontramos.

Y yo me pregunto: ¿los ciudadanos tenemos que seguir teniendo forzosamente una actitud pasiva? ¿Tenemos que seguir soportando esta situación ridícula?¿ No tenemos ningún recurso, legal por supuesto, a nuestro alcance, mas allá de volver a votar cuando nos manden para dar un toque de atención a nuestros políticos, para recordarles que mediante nuestro voto les hemos dado un mandato y si ellos no lo pueden cumplir deben de dejar paso a otros de su misma formación que sí sean capaces de pactar con otros?

En cualquier institución de cualquier tipo, cuando alguna persona demuestra que es incompetente e ineficaz para desarrollar una función, se le releva. De ningún modo se modifica la función (lease se hacen nuevas elecciones) para adaptarla a la persona.

Sería un fraude político que por no saber hacer el cesto se intentara cambiar las mimbres. Y sería también un fraude a los ciudadanos, que no se tuviera en cuenta la importancia relativa del porcentaje que representan sus votos sobre el total y se intentara hacer un gobierno sin tenerles en cuenta.

La expresión del voto ciudadano es la que conforma, a mi entender, la Soberanía Nacional a través de sus representantes en el Parlamento y estos tienen que conseguir la gobernabilidad del Estado contando con todos precisamente porque van legislar y a gobernar para todos. Y que podemos hacer nosotros, ¿vuelvo a preguntar. Pues la verdad es que no se me ocurre nada, salvo escribir estas torpes líneas. Al fin y al cabo también tenemos que mirar por nuestro bolsillo, porque ellos que con tanta alegría hablan de la posibilidad de nuevas elecciones, ¿saben por cuanto nos van a costar a todos? Con el dinero de otros bien se juega.

En fin, que nos han salido unas elecciones a cuatro patas.

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