Diario de León

TRIBUNA

La herencia de don Quijote

Publicado por
CARLOS ANTÓN ROGER ESCRITOR
León

Creado:

Actualizado:

Y don Quijote avanza hacia Barcelona, tal se comenta en su historia, tan indiscutible, como el propio Cervantes así escribió, anticipado a nuestro tiempo, alegando que contra el callar, no hay castigo ni respuesta, ¿cuántos se han acogido al habeas corpus, con y sin perder sus andadas por el tiempo y con singular épica de andaduras por caminos asfaltados y conspicuo caballero, sin parada en su propia razón, sentido o pensamiento?

Cierto, que a casi todos, se nos ha puesto en mente que la promesa, esta o estas promesas actuales, ya las intuía don Quijote. El bandolero catalán Roque Guinart, con cuatro pistoletes, pedernales en Cataluña sin cambiar vocablo, equivocando a propios o extraños sin eludir el 1605. Podremos entender que leer una y más veces, con o sin motivo esta parte o cualquier otra de esta gran obra universal, llegaremos a entender, con pequeños matices por el año escrito o tal vez remedado por la filosofía moderna (Descartes y siguientes...) en cuanto a la polémica de la infinitud actual del traje, como el sentir que todo lo acopia, si, e incluso la propia justicia propiciada por y para el pueblo.

Y es el Manco de Lepanto, en suQuijote, donde mejor observó y entendió la justicia ya mencionada e inclusive con margen cierto. Hasta su proyección, sin pormenores, como ha quedado demostrado la muestra en su reconocimiento, ante la inclusa diversidad cultural, aún en decir a las cosas y tierras que recorría. Desde la propia filosofía contemporánea desde el siglo XVII, moderna dicha, entender el traje, como el querer o inferir a don Quijote su vida, sigue en su historia y seguirá por tantos siglos, dado que es historia cierta.

No obstante y sin querer vilipendiar a Cervantes, lo leo, a cada momento, lo leo sin que pueda explicar lo dicho y por decir, que realmente es mucho. Ambos, don Quijote y su fiel escudero Sancho, y el mencionado Roque Guinart, este último preparado, como en tiempos que no se recordaban, los siglos de gentes de entender, aunque la propia neurosis sin avanzar del propio caballero de la triste figura, y más en el reunir reinos, como propio desde sus comienzos y único caballero. No estorbar, cabe intentar o disimular, pero es de creer que no entenderemos uno o el mejor de todos. Mi opinión y aunque recabada en ciertos sitios, tal cual pienso y escribo por escritores, psicólogos, sociólogos, médicos... que el caballero dicho, razona en aprender algo más, con su inseparable escudero, camino de Cataluña, norte, no de Andalucía, y es ese querido solo como compañero, de sus propias utopías (tal vez, Cervantes, añadiría las utopías de T. Moro, encarcelado en la torre de Londres siglo XV, pensador, teólogo, humanista.... mártir del catolicismo), en tiempos revueltos e investigar o pensar de sí mismo, con los tiempos pasados y dar los enfoques dichos de «utópicos» o tal vez cambiantes y que se han asentando como vemos en el tiempo.

Al analizar de sí mismo, intuimos, aparecen como 40 pistoletes o más y rodean a don Quijote y Sancho, evidentemente en lengua catalana; son dichos a la espera del capitán. Puedo y es dicho ha sido, que don Quijote que se trataba con todo y con todos, (Cervantes, es posible su carencia en cuanto a la unión nacional, o tal vez la daba por cierta), no intuyó y adelantó al siglo o siglos venideros.

La toponimia mayor del castellano, ha, lógicamente, su versión catalana, es bien cierto que la toponimia menor de la dictadura, se empeñó en traducir el catalán al castellano, en contra de la constumbre. Catalanes, vascos, gallegos... han vivido la opresión oficial en su idioma, que no nos debiera costar a los castellanos, disponer nuestra voluntad, para compensar mínimamente aquellos estallidos, aunque sin culpa de los mismos.

¡Tenemos tantos quijotes en este país dicho!, pero me toca la fibra al pensar que están sujetos y tapados. Muchas de sus alocuciones han recorrido un largo camino, o corto, a pie, antes de conseguir (mi recuerdo a D. Fernando Montes), sus alas, años, siglos. Creo entender o saber, al analizar un poco más cada instante a don Quijote, de lo que serían actualmente la ciencia de los rayos X, utilizadas o inventadas hace mucho tiempo, pero tal vez no el suficiente, que todo lo atravesaran, interno y externo. No nos queda solo el seguir con el deseo de querer parecernos unos a otros, otra utopía. ¿Por qué será que tantos quijotes en sus procedencias (toponimias), catalanes, vascos... etc. pasan por la historia, que tal vez sea necesario volver a reescribir la misma, dado que para el soñado porvenir no es, a menudo, más que la vuelta a un pasado del idealizado y quijotesco, principio y fin de vida, intentando colocar sus sueños en un porvenir que nos tocó de herencia? No obstante, pienso, que el silencio, es una opinión, en muchos casos, dado que el hablar nos da la connotación de enjuiciar y callar es signo de haber enjuiciado.

tracking