cartas al director

c Eduardo González Valbuena critica el abandono de los pueblos: «Quiero denunciar la precariedad que tenemos en el Ayuntamiento de Crémenes y más concretamente en el pueblo de Corniero. La noche del día 6 se produjo un incendio en una vivienda a escasos metros de la casa de mi madre, una mujer de 73 años, con el resultado de quedar casi destruida una vivienda y un garaje anexo propiedad de mi madre. Por suerte solo hubo daños materiales Es vergonzoso casi en 2020 los bomberos más cercanos estén en León capital, y como es lógico tengan más de una hora de viaje. Por otra parte, no hay tomas de hidrantes en el pueblo o están fuera de servicio. Los vecinos, con los pocos medios a su disposición, estuvieron peleando contra el fuego hasta la llegada de los Bomberos con la única ayuda de la Guardia Civil. ¿A qué se dedican los alcaldes de ayuntamientos o diputaciones que no tienen en servicio una red de tomas de agua para estos casos conociendo las deficiencias que hay en este aspecto? Es, en menos de cinco años, la segunda casa que se quema en el pueblo. Qué desgracia tiene que pasar para que se le mueva el cuajo al político de turno. La gente en los pueblos cada vez es más mayor y no quiero pensar que hubiera pasado si algún vecino hubiera quedado atrapado. O que pasará con un accidente de tráfico en el que se necesita excarcelar alguna víctima y los bomberos tardan más de una hora por la distancia. En estas fechas que la política está tan al día a ver si desde aquí entre todos somos capaces de reivindicar y conseguir algo que es justo y necesario, y más en las zonas rurales».

c Máximo de la Peña Bermejo escribe sobre el ‘Aborto selectivo’: «No importa la época ni el país. En cualquier lugar del planeta, es mucho más probable que muera un hombre que una mujer. Lo hace por razones naturales, por accidente y por guerras. La naturaleza ha venido determinando el que la reproducción humana de lugar a un equilibrio entre los nacidos de ambos sexos. A lo largo de la historia ha habido una proporción de unos 102 varones por cada 98 mujeres, para garantizar un correcto equilibrio de sexos. Excepto en extensas zonas del mundo, en concreto en Asia donde llega la desproporción de 107 varones por 93 mujeres. Esto es, por la practica selectiva de abortos de niñas que están realizando algunos países, alterando el equilibrio natural en los últimos años. El deseo de tener hijos varones y las técnicas de ecografía que permite conocer el sexo del bebe han disparado la interrupción ‘legal’ de gestaciones de niñas. Solo en la China comunista en 2017 fueron abortadas 800.000 niñas y 670.000 en la India, gracias al aborto selectivo. Yo me pregunto a quién y porqué interesa este desequilibrio de nacimientos por sexo. ¿No será por la preferencia natural de la sociedad por el varón para trabajar y guerrear? ¿O la facilidad cada vez mayor a la interrupción de la gestación de un ser vivo? O también puede ser por el deseo de disminuir la fecundidad en el mundo. El aborto en muchos lugares se ha convertido en un medio para que una familia no se quede sin tener un hijo varón. Las hijas no cuentan. Aquí en España faltan 240.000 niñas o niños al año, para el reemplazo generacional y a cambio tenemos 100.000 abortos anuales ‘legales’ de niños y niñas, no existe la selección. En pleno apogeo del feminismo más radical, según el cual son defendidos los derechos de la mujer, también pregunto por el derecho más elemental. El nacer. ¿No es este un caso de discriminación atroz? ¿Dónde están aquellas que dicen defender a la mujer? ¿Quedaran mujeres en China que puedan defenderse? No estará cayendo el feminismo en contradicciones, la mujer es libre de poder abortar, pero no es libre para poder nacer. La intervención humana en la naturaleza, siempre tiene malas consecuencias…».

c Cristian Alberto Parra Gil escribe desde Sahagún para critica que ‘Renfe contribuye a vaciar los pueblos’: «Renfe ha adelantado de forma unilateral y sin previo aviso el horario del único tren (Nº 12100) que une la capital con Sahagún por la tarde, adelantando la salida de León una hora más —ya se adelantó en 2013 otra hora adicional— quedando fijada a las 18.44 horas; teniendo en cuenta que el tren que permite hacer el trayecto vespertino de Sahagún a León llega a ésta a las 18:25 horas, hay apenas 20 minutos de tiempo para hacer algo (es decir, nada) en la ciudad. Hasta el tijeretazo en los servicios de 2013, se llegaba a León desde el sureste provincial a las 4 de la tarde, siendo el regreso a las 20.35, con lo que había cuatro horas y media para poder hacer visitas al hospital, acudir a centros de estudio o realizar otras gestiones; a media noche, además, paraba el expreso de Galicia Barcelona, que ahora pasa de largo. Con esta nueva modificación, Renfe se allana el camino para expulsar a los pocos viajeros que quedan en un tren con horarios inútiles, para en no mucho tiempo justificar la supresión del mismo y continuar marginando a esa España vaciada a la que nuestros políticos tanto mencionan, pero sin mover un dedo para evitar situaciones como ésta».

c Jesús de Madrid escribe sobre ‘Una cultura de mecenazgo’: «España necesita fomentar una cultura de mecenazgo y responsabilidad social que permita una mayor coordinación entre la sociedad civil y el Estado, que aporte seguridad y transparencia relativa a las donaciones. Pero en el caso que nos ocupa, el de Amancio Ortega y Inditex, estamos ante prejuicios ideológicos e irracionales, y ante acusaciones sin fundamento contra un empresario que merecen algo más que un amplio rechazo social».

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