Diario de León
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He oído decir a algunos dirigentes de Atención Primaria: «No hay más médicos en España, entérense». Y yo le diría «enterados estamos», y si no los hay se crean, siempre los hubo y los mejores. Hay que poner en escena medios que incentiven esta falta.

Las protestas sanitarias, son «huelgas sanitarias» a todas luces, no son huelgas políticas manejadas por los partidos de izquierdas y los sindicatos, ni responden a una guerra entre PP-PSOE. En todas las comunidades hay problemas, si bien en Madrid la situación es crítica por la nefasta gestión de Ayuso que tiene como idea fundamental desmantelar poco a poco los servicios públicos sanitarios para abocar a la gente a suscribir seguros privados. El 39% de los madrileños ya tiene un seguro medico privado y no es por voluntad, sino por necesidad. Seguros, a los que solo tienen acceso aquellos que tienen recursos para contratarlos.

Es un problema de perspectiva porque a Ayuso precisamente capacidad económica no le falta para llegar a todos los madrileños, lo que ocurre es que no le interesa. Su fórmula y obsesión es abocar a la gente a que contraten seguros médicos privados por su política ultraliberal que la mueven a tomar partido por la privada. La huelga sanitaria, no es para conseguir objetivos políticos, como ha dicho alguna «anónima sanitaria» y nada tiene que ver con las elecciones. Ha confundido el objetivo, la huelga debe llegar hasta el mismo momento en el que se solucionen los problemas que la promovieron. Hay huelgas movidas por objetivos políticos, pero no debe haber objetivos políticos en una huelga médica. Ayuso puede terminar la huelga mañana mismo si asume que se ha estado haciendo mal y que va a iniciar una andadura sanitaria en la que los objetivos sean no alimentar la privada sino hacer digna la pública. ¿Como? Se hace como siempre que queremos gestionar un conflicto, «con ilusión, medios y recursos». Nuestra AP esta hoy peor que antes de la pandemia y esto porque se han recortado las mejoras en atención a la calidad. No, el objetivo no son las elecciones, es la atención y la calidad que le damos al paciente. Es obvio que a ninguno de nosotros nos gustaría ser el 70 en la lista de nuestro medico de AP o el 30 de la lista de Pediatría.

Todas las reuniones acaban sin acuerdo entre la C. de Sanidad y el comité de huelga de AP y las movilizaciones de los médicos y pediatras de la Comunidad de Madrid van camino de completar su tercera semana. Las huelgas médicas se hacen expansivas y la marea blanca ya ha contagiado a Cataluña, Valencia, Andalucía, Extremadura, Canarias, Cantabria, Galicia y hay signos de protestas en las 17 CC AA. Pero vayamos a las claves de la oleada de protestas y huelgas de los médicos de AP, los pediatras y los enfermeros en toda España, que propició el pasado noviembre esta huelga. La protesta fue masiva y con gran reconocimiento popular. A la protesta siguió una huelga indefinida que sigue presente en la AP. Esa protesta fue el inicio de otras similares en otras CC AA, que amenazan con paralizar la AP en todo el territorio y que pone en evidencia la debilidad de nuestro sistema. Para que cambie este panorama «deben pasar cosas» en el gobierno central y en los autonómicos. Debe haber pactos consensuados y vinculantes.

Parece una necesidad llegar a un  gran pacto de Estado en materia de sanidad. ¿Es una utopía? tal vez, pero merece la pena intentarlo. Lo malo es que nuestros políticos no den la talla. Las manifestaciones proceden principalmente de los médicos de Atención Primaria  y los enfermeros que han contado con el apoyo de numerosas organizaciones vecinales, sindicatos, foros médicos e incluso  partidos políticos. Estas manifestaciones están motivadas por la situación límite que vive la AP.

Después de una pandemia que ha dejado exhaustos a los sanitarios, se presenta un futuro nada halagüeño con la reagudización del covid asociado al incremento en las gripes y bronquiolitis. En este momento se hace imprescindible garantizar la calidad asistencial en las consultas, con agendas de calidad y cupos bien dimensionados que permitan absorber la demanda que se pueda generar sin ocasionar sobrecarga en el sistema ni en los profesionales. Es necesario terminar con las agendas infinitas que impiden dedicar más tiempo a los pacientes que más lo requieren o programar actos tales como ecografías, cirugía menor o actividades comunitarias y cuando proceda pues recurrir a la telemática. Pero seamos cautos con la telemática, porque se calcula que unos 2.000 puestos de residentes pueden quedar desiertos por el nuevo sistema de elección telemática del Ministerio de Sanidad ¿Qué reclaman? Antes de decir que reclaman les expongo unos datos que nos dejan en mal lugar.

Miren la salud económica de distintos países del área occidental, esta como sigue EE UU: 316.000 euros anuales. Alemania, 183.000. Reino Unido, 138.000. Francia, 98.000. Suiza, 89.987. Italia, 70.000. España, 58.000. No hay color. Leo algún titular en periódicos leoneses que anuncian: ‘Los docentes y enfermeros titulados en León, logran trabajos rápidos y ¡sueldos de 12.000 euros/año’. Ya lo ven universitarios a precio de rebajas que o se quedan en precario o se van. Aun y a pesar del clima existente, a los españoles en un 88% la sanidad es la institución que más confianza les genera. Los políticos los que menos con un 28%. Vemos con un poco de miedo que de los 42.000 médicos de familia y 6.000 de pediatría, 12.000 tengan más de 60 años y entre 60-65 más de 1.500. Difícil la renovación de estos profesionales. La edad media de los sanitarios españoles ronda los 50 años. La ausencia de previsión ante estas plantillas envejecidas sin relevo previsto y, la ausencia de inversión en AP son otras razones. Además de incrementos salariales, reclaman contratos creíbles y duraderos que son los que fidelizan. Estas malas condiciones económico-laborales contribuyen a dañar la imagen de la especialidad, provocan desinterés en los estudiantes de Medicina y vacantes en plazas de formación, además de evitar que compañeros próximos a su edad de jubilación deseen continuar ejerciendo. No ven atractiva la AP. Se hace necesaria una gestión eficaz en la carga de trabajo. Es imposible ver a 70 pacientes/día, situación a la que se ven abocados por la falta de médicos y la saturación que originan interminables listas de espera inaceptables en este primer escalón de la atención médica y además asumir la ausencia de los compañeros, las jubilaciones… Al final lo que hacemos es atender pacientes con «prisa» poniéndolos en riesgo porque no podemos hacer bien nuestro trabajo. Un peligro para sanitarios y pacientes. Piden restringir el número de pacientes en AP a 31 y en Pediatría a 21. Faltan asimismo en nuestro país más de 95.000 enfermeros para llegar a la media europea. Según un informe del Consejo General de Enfermería, en España solo hay 625 enfermeras por cada 100.00 habitantes. Además en España hacen falta como poco 4.700 médicos de familia y 1.300 pediatras. En España hay 4,03 médicos por cada 1.000 habitantes, mientras que en Italia hay 8,01 y en Francia, 5,53. Señor Escriba, no queremos parches como la jubilación activa que usted y Darias proponen. Me parece una chapuza y otra forma de cortar el camino a los médicos jóvenes o a los pocos que hubiera en paro. Como ven hay muchas razones…

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