Diario de León

SOS: salvar al Instituto de Estudios Bercianos

Publicado por
José Barbero Villatobas
León

Creado:

Actualizado:

El título de este artículo viene de recordar el de una conocida película norteamericana, Salvar al Soldado Ryan . En este caso, el aviso de auxilio no se refiere al rescate de una persona, sino al de una entidad cultural de gran arraigo en la Comarca del Bierzo, el Instituto de Estudios Bercianos (IEB), fundado en 1959 y con sede en la Ciudad de Ponferrada.

Fue en 1957, cuando el periodista nacido en Ponferrada, Ignacio Fidalgo Piensos, dio los primeros pasos para su creación. Su primer objetivo sería la protección del patrimonio artístico del Bierzo. A pesar de sus esfuerzos y los de otras personas que se sumaron a su proyecto recabando ayudas en diferentes organismos oficiales de la provincia de León, solo recibía buenas palabras. Hubo que esperar dos años más para que el proyecto se hiciera realidad. En 1959, se funda la asociación cultural Instituto de Estudios Bercianos, con el objetivo fundamental del «desarrollo y difusión del Patrimonio Cultural del Bierzo», sin olvidar la propagación de la Cultura en general.

Para ello, se crearon varias secciones o áreas: Arqueología, Ciencias Físico-Naturales, Ciencias Económicas, Artes Industriales, Teatro, Radio, Publicaciones y Viajes Culturales. En definitiva, un proyecto muy ambicioso. En cierto aspecto, y a distinto nivel naturalmente, la idea parecía imitar a esas instituciones culturales de fama internacional, como por ejemplo la «Royal Society», que desde su fundación en el siglo XVII ha contado entre sus miembros o socios, a muchos de los más importantes científicos y pensadores del Mundo, desde Isaac Newton (uno de sus fundadores y más tarde Presidente), hasta Albert Einstein entre los Contemporáneos. También hay miembros españoles (los marinos y científicos Jorge Juan y Antonio de Ulloa, Ramón y Cajal, Severo Ochoa, Antonio García-Bellido….).

La primera Junta Rectora del IEB estaba integrada por Luis Sanz Suárez (notario de Ponferrada) como presidente, el ya nombrado Ignacio Fidalgo como tesorero, y Elvio Nieto Caamiña (funcionario). En 1961 se creó el título de Socio de Honor del IEB.

El Bierzo o Comarca de El Bierzo fue hasta no hace muchas décadas, la gran olvidada, ese lugar desconocido no solo a nivel nacional, autonómico e incluso provincial. Una de las causas, es su agreste orografía rodeada de montañas, formando la llamada «Hoya Berciana» que le proporciona un microclima especial con relación al resto de la provincia de León.

El Bierzo se encuentra al Oeste de dicha provincia, separado por el puerto del Manzanal, casi infranqueable en el pasado cuando los medios de locomoción eran de tracción animal. Limita al oeste con Galicia, separado de otro gran puerto, el de Piedrafíta del Cebrero. Al norte, con Asturias. Actualmente las autovías han solucionado el problema, junto a los modernos y seguros medios de locomoción.

En el siglo XIX, El Bierzo se convirtió en provincia —aunque no por mucho tiempo— cuya capital se fijó en Villafranca del Bierzo. Una villa con un gran patrimonio histórico-artístico, reflejado en sus casas-palacio con escudos heráldicos en sus fachadas, antiguas sedes de condes y marqueses; el llamado palacio de Torquemada, que fue sede de la Santa Inquisición. Todos estos edificios se encuentran en la conocida calle del Agua. En ella, también se encuentran las casas donde nacieron el padre Martín Sarmiento, un monje benedictino con una gran formación cultural, autor de varias obras y perteneciente al grupo de los llamados «Ilustrados», y el escritor decimonónico Enrique Gil y Carrasco, autor de la novela El señor de Bembibre (Bembibre, es una población situada en El Bierzo).

Además, hay varios conventos e iglesias entre las que destaca la Colegiata, aunque el edificio más representativo de Villafranca es su Castillo, antigua sede de los Marqueses de Villafranca del Bierzo y que, últimamente era el domicilio del internacionalmente conocido compositor de música clásica y director de orquesta, Cristóbal Halffter Jiménez. Su mujer, era hija del III Conde de Peña Ramiro, entroncado con el Marquesado de Villafranca del Bierzo. Cristóbal Halffter era Socio de Honor del Instituto de Estudios Bercianos; falleció en el año 2021.

Esta villa tuvo el honor de ser visitada en 1858 por la reina Isabel II, acompañada por su hijo, el que sería después el rey Alfonso XIII.

Con el advenimiento de la Revolución Industrial hacia mediados del siglo XIX, Villafranca fue perdiendo influencia a medida que Ponferrada se convertía en el centro del desarrollo comercial e industrial, apoyándose en el carbón como fuente de energía.

El empujón definitivo para el florecimiento de la ciudad de Ponferrada, fue la fundación en 1918 de la Sociedad Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP), con el objetivo de la explotación de las minas de carbón en el Municipio de Villablino, población leonesa a unos 60 Kilómetros de Ponferrada, y de algunas situadas en el Bierzo (Fabero, Toreno…) así como la explotación del mineral de hierro existente en el llamado Coto Wagner próximo a Ponferrada. El paso siguiente era la construcción de una planta siderúrgica para la obtención de hierro, esa fue la idea del industrial bilbaíno Julio Lazúrtegui, que quiso instalar a imitación de los Altos Hornos de Bilbao, los Altos Hornos de Ponferrada. No pudo ser. En 1919 la MSP puso en marcha en el término de Ponferrada, una Central Térmica que se alimentaba con el carbón propio, creando muchos puestos de trabajo.

Hacía 1942 —en plena Segunda Guerra Mundial— Ponferrada se vio convulsionada con el descubrimiento de mineral de Wolframio en el paraje de la denominada Peña de Seo, iniciándose la explotación al estilo de la «fiebre del oro» del Oeste Americano, es decir, de una manera caótica. Una persona llegaba, delimitaba un terreno y se ponía a picar, defendiendo «a tiro limpio» su propiedad. Este metal se disparó de precio, al ser solicitado tanto por los alemanes como por los aliados, ya que aleado con el acero aumentaba la resistencia a la penetración, sirviendo para el blindaje de tanques… El resultado fue que el dinero se gastaba con facilidad como en los poblados mineros ,y nunca mejor dicho, porque ya estaban las minas de carbón. En este tiempo, a Ponferrada se le llegó a llamar la «Ciudad del Dólar».

Estos hechos, son el tema de la novela El año del Wólfram finalista del premio Planeta de 1984 y cuyo autor es el brillante escritor madrileño-berciano, Raúl Guerra Garrido. Aprovecho esta oportunidad para recordarle, al cumplirse en este pasado mes de Diciembre, el primer aniversario de su fallecimiento. Raúl estaba obsesionado con el Bierzo, sus raíces tanto maternas como paternas, están ancladas en el Bierzo (Cacabelos) y enterrado en el cementerio de dicha Villa. Fue nombrado Socio de Honor del IEB en 2019.

Aparte de la nombrada, tiene otras novelas cuyo tema es el Bierzo, Viaje a una Provincia Interior , Cuaderno Secreto»…

El prestigio de Raúl Guerra Garrido, se ve refrendado por los numerosos premios, condecoraciones y otros reconocimientos que recibió a lo largo de su extensa obra literaria (más de 20 novelas). Citemos entre otros: Premio Nacional de las Letras (2006), Premio de las Letras de Castilla y León (2007), Premio Nadal de Novela (1976). Está en posesión de la Gran Cruz de Alfonso X El Sabio, máxima condecoración que se otorga a aquellas personas que han destacado en el mundo de la Cultura. Además, era doctor en Farmacia y un reputado Edafólogo. Fue uno de los fundadores del Foro de Ermua, estando amenazado de muerte por la banda terrorista ETA.

Otro Socio de Honor del IEB nacido en Cacabelos, es el conocido pintor, no solo a nivel nacional sino internacional, José Sánchez-Carralero López. Catedrático de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Muchas de sus obras cuelgan en diferentes museos, instituciones y colecciones privadas: Museo Nacional de Artes Reina Sofía (Madrid), Congreso de los Diputados, Sede de las Cortes de Castilla y león,... En muchos de sus cuadros ha plasmado la fuerza multicolor de los paisajes del Bierzo, su tierra.

En definitiva, y como ya hemos dicho, a lo largo de su existencia el IEB se ha ocupado de investigar y divulgar el patrimonio cultural del Bierzo en todas sus vertientes y desde sus orígenes, a través de más de 100 libros y publicaciones cuyos autores son expertos conocedores de la historia berciana, como los profesores-historiadores nacidos en el Bierzo, Vicente Fernández Vázquez, José Antonio Balboa de Paz y José Antonio Iglesias Arias. Los tres, son Socios de Honor del IEB.

Sería imposible citar en este artículo a los más de 60 socios de honor del IEB, pertenecientes al mundo de la Cultura en general, de la política, de la empresa, diferentes instituciones de proyección provincial y nacional. El prestigio de ellos, al aceptar ser Socios de Honor del IEB, pone de manifiesto a su vez, el prestigio de esta institución cultural. Como indica el título de este artículo, el IEB está pasando por dificultades económicas, que hacen que no pueda seguir desarrollando su amplia labor cultural pese al esfuerzo de sus más de 600 socios —entre los que se encuentra el que escribe este artículo— que aportan su cuota anual (más una derrama), y la insuficiente ayuda de las instituciones provinciales y comarcales.

Para sacar del «bache» en que se encuentra el IEB, se eligió por unanimidad a una gestora presidida por la profesora de IES, Mar Palacio Bango, que ya había sido presidenta durante más de 15 años, lo que es una garantía de su buen hacer. Precisamente, por su brillante labor anterior, fue nombrada Socia de Honor de la entidad. Completan la gestora, la también profesora de Lengua Inglesa de IES, María José de Castro Calvo (secretaria), Luis Cavero Lípiz (tesorero) y Javier Cerezo Gil.

No olvidemos que tenemos que ayudar a esas entidades e instituciones —entre las que se encuentra el IEB— encargadas de difundir esos conocimientos que nosotros hemos ido creando a lo largo del tiempo y que llamamos «Cultura». Ella hace que nos distingamos del resto de los animales y nos elevemos a la categoría de animales racionales, seres humanos o personas, lo que nos permitió crear un «sistema social» que llamamos «civilización». SOS salvemos, entre todos, al Instituto de Estudios Bercianos.

tracking