Diario de León

TRIBUNA

José Fernández Amez Médico de familia jubilado

No es lo mismo predicar que dar trigo

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Q ue viene a ser igual a: «resulta más fácil dar consejos que practicarlos».

Es un refrán que define a los políticos. Uno de ellos es la señora Mónica García, actual ministra de Sanidad que encabezada todas las manifestaciones, telediarios e informativos, pidiendo de forma insistente cambios radicales en el Sistema Sanitario para y como pieza fundamental garantizar una Atención Primaria que en la actualidad está bajo mínimos y que camina de forma resolutiva hacia el caos. Para empezar en España (más o menos) la edad media de los médicos de Atención Primaria está alrededor de los 53 años y en la misma relación un 46% tendría edad para jubilarse en los próximos años. Estas cifras «no tienen recambio». En nuestro entorno a los Médicos Internos y Residentes (MIR) de Atención Primaria, al menos en los últimos años no les resulta atractivo serlo y menos aún si se trata de medios rurales por lo general apartados (Cabrera, Laciana, Bierzo…). En estos casos, lo primero que deberemos plantearnos es sobre todo cambiar las retribuciones de quienes aspiran a estos partidos, si, sus honorarios que ni siquiera llegan al SMI. Los MIR de León en 2023 tuvieron un sueldo de 1.106 euros/mes y 15.671 euros/año. Con guardias suben a 1.338/mes y 19.703/año. ¡Si con esto queremos tener un médico de AP con dedicación exclusiva y que además sea como «dios manda» para sus pacientes, lo tenemos claro!

Pero es que además los contratos que firman no crean adicción al trabajo, ni a sus pacientes que cada dia son diferentes, ni concilian una familia con asiento en el lugar de trabajo. Por no hablar de continuidad, antigüedad, vacaciones, días, trasportes… El gancho pasa por «mejorar» todas estas condiciones laborales, sociales y familiares. No parchearlas.

Nuestra flamante ministra, médica-anestesista de profesión, en plan autoridad, con aplomo y hablando en los mismos términos que habla cualquier alto mando del Estado, nos aclara que: revisará como se crean las plazas MIR y «abre la puerta» a aumentarlas en Atención Primaria. Esto lo afirmó, después de acabado el Consejo Interterritorial de Salud (CIS), momento en el que acordó revisar los criterios de acreditación de las plazas MIR y completar el registro de profesionales para saber cuántos hacen falta. Digo yo, si no existen criterios de acreditación y no tienen idea del registro de profesionales a día de hoy, es que algo falla. Y lo que falla son posiblemente los órganos de gobierno tanto estatales como de CC AA que llaman a formar profesionales sin criterios prefijados: de adjudicación de plazas; sin garantizar contratos fijos; ni las condiciones económicas de los mismos; ni la consolidación de plazas; de la movilidad de las mismas; ni las garantías que hacen referencia a la ganancia de antigüedad y sus repercusiones pecuniarias.

También por qué los colegios profesionales de médicos que debieran tener unas listas exactas del momento actual de cada provincia, pues parece que no las tienen. No me olvido porque me parece importante, que se acordó en este CIS que además de mejorar las condiciones laborales de los médicos, quitarán la burocracia en el día a día.

En concreto, se ha llegado a tres acuerdos: 1.- Revisar los criterios de acreditación de las plazas de Formación Sanitaria Especializada, lo que podría aumentar el número de plazas convocadas para MIR. 2.- Completar el Registro Estatal de Profesionales Sanitarios (REPS) y 3.- Mejorar las condiciones laborales de los profesionales.

Son tres objetivos que no deben ser difíciles de abordar si se dan las circunstancias de creer que es posible, y si se buscan los recursos para después, poner a trabajar a las instituciones y llegar a estos fines. Algunos se pueden atajar de inmediato, como liberar al medico de tareas burocráticas, subir los sueldos del MIR en formación, saber en cada momento de los profesionales de que se dispone y garantizarles contratos acordes a su responsabilidad. No requiere gran esfuerzo. En cualquier caso, de nada sirve formar más profesionales si luego ese talento no se retiene. Según los propios datos que ha ofrecido el Ministerio,  hasta un 9% de los residentes abandonan la especialidad (AP) antes de terminarla  y  entre un 30% y un 90% (dependiendo de las autonomías) lo hace al completar su formación, en dirección a la privada, a otra CC AA, al extranjero o cambian de especialidad. Las frases hechas como necesitamos, prometemos, vamos a hacer, estamos en ello , o en condiciones de…han estado vendiéndose en AP sin ningún resultado. Las «mesas» de trabajo no sirven, ni son resolutivas. Deben crearse «comisiones de trabajo» cada día con interventores si hace falta, para gestionar soluciones que a veces deben ser «impuestas» si no hay consenso o no lo quiere haber. Es preciso dedicar tiempo a la AP. Si la primaria falla, por definición va a fallar todo el sistema sanitario. El medico de Familia en consulta debe coger el teléfono las menos veces posibles, es imposible centrar tu trabajo cuando tienes dos o tres teléfonos sobre la mesa. La consulta del médico de cabecera siempre fue igual, una sala de espera bien gestionada en los tiempos, sin cita previa y al final de la jornada todos contentos. Hasta los pacientes. Ahora, no conoces a tu médico, el medico no te conoce a ti, cada día tienes uno diferente y según acabo de leer la cita previa media en España en AP es de 9 días. ¡Qué horror! cuando llegue el momento de la cita no la precisara, habrá buscado otra alternativa como urgencias, o un seguro privado, o habrá asistido a una clínica privada o en el peor de los casos no podrá asistir a ella por motivos de trabajo, conciliación o simplemente porque la habrá olvidado. Un caos. Señora ministra no es lo mismo predicar que dar trigo. Póngase al mando como se ponía al frente de las manifestaciones y al tajo y el que no este «colocado que se coloque», ¿se acuerdan? Quizás los más jóvenes no (busquen Enrique Tierno Galván) Salvar la AP es prioritario, lo repito y se deben utilizar todas las armas, incluso las que parezcan inalcanzables.

En los últimos cinco años el Gobierno ha aumentado el número de funcionarios en medio millón: administrativos, altos cargos, cargos de confianza, asesores, asesores de los asesores, nuevos ministerios, secretarios, subsecretarios, nuevos consejeros de CC AA… sin duda lugares de donde sacar fondos. Un dato que define en la actualidad nuestro sistema sanitario fue valorado por los pacientes en 2023 con un 6,27 (entre 1 y 10) para la media de España. Es decir un aprobado simple y ramplón. La atención recibida en las consultas del médico de familia fue de 84,8 (entre buena y muy buena). Un año antes, para 2022 la valoración de la misma encuesta fue de 7,07. Recuerdo que los barómetros que medían la valoración de la AP en los años 80-90, todas superaban la nota de 9 y algunas estaban cerca de la excelencia. Algo ha cambiado.

En nuestro entorno a los Médicos Internos y Residentes (MIR) de Atención Primaria, al menos en los últimos años no les resulta atractivo serlo y menos aún si se trata de medios rurales por lo general apartados
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