Vamos de feria

PUEDE QUE los dos partidos hayan encontrado la manera de poner orden en sus filas bercianas a través de un rocambolesco juego en el que la ciudadanía está cada vez más confundida. Aparece en escena el portavoz oficial del PP en el Consejo y asegura que la gestión de Susi fue catastrófica, que la deuda del Consejo -recuerden, un órgano sin fondos propios- puede acabar con su existencia y que Esteban se dedicó al dolce far niente durante su último mandato. Hasta aquí, todo dentro del guión. Fátima vuelve a atacar en toda la escuadra susiana como ha venido haciendo hasta el momento. Pero, lo mejor estaba por llegar. Esa rueda de prensa al alimón entre el alcalde de Bembibre y Jesús Esteban fue un ejemplo de surrealismo político. No había más que ver la cara de Saavedra, mientras Susi sonreía de manera sardónica como diciendo: «Ved, aquí están mis poderes». Defensa de la gestión política del que estaba a punto de pasarse al Grupo Mixto dejando a su partido en minoría en la institución. Raro ¿verdad? La gente no se cree que después de tanto tiempo de críticas acerbas contra el «outsider» del partido en el Bierzo, sea el mismo presidente del Consejo el que salga a la palestra para defender a su enemigo de partido en contra de los contrincantes y colaboradores. Dicen que Saavedra tenía el guión escrito; yo no me lo creo, pero los malos tragos se olvidan y ayer mismo el presidente del Consejo aseguraba que ya no recordaba las declaraciones de su antecesor en el cargo. La explicación oficial del partido es que no se puede permitir que el PP ponga en duda la gestión socialista y quedarse con los brazos cruzados. Pero, como en todas las buenas historias, falta un tercero en discordia. Eduardo Fernández, cabeza visible de la Junta en el Bierzo, aseguraba sentirse atónito ante la hipocresía de las declaraciones socialistas. «Hay gente que dice unas cosas en privado y otras en público». ¿A quien de los dos se refería? Lo que está claro es que habla más con uno de sus paisanos. El caso es que el PSOE ha conseguido frenar de momento su crisis, mientras que en el PP siguen sin saber qué más pueden hacer para impedir que Fátima -clave en la Diputación- se salga con la suya. Ya lo han intentado negando el pan y la sal de las dedicaciones exclusivas a través de los fondos que no terminan de llegar. La reunión entre los dos sectores enfrentados del PP con Alfonso Fernández Mañueco prevista para la semana pasada no se celebra, pero ya no hay declaraciones explosivas. Mientras, el Consejo Comarcal se va difuminando a los ojos de la sociedad, que piensa que la capacidad de autogestión, la cercanía de la administración al ciudadano y la defensa del hecho particular de la comarca berciana es una milonga; lo único que realmente parece importar a los políticos es resolver sus cuitas de espaldas a la sociedad; aunque después del circo de Madrid, deberíamos darles las gracias. Cuando todo esto acabe se podría preguntar a los bercianos si creen que les beneficia tener una plaza en la que el toro parecen ser los ciudadanos y el albero está enlodando toda la vida política. 1397124194