Admirables cineastas

LA NOTICIA es maravillosa: una quincena de cineastas van a hacer una película en la que cada uno critique otros tantos aspectos de la situación española durante tres minutos en una especie de «micrometraje», y entre todos los micrometrajes hacer un largometraje. Dicen que no representan a ningún partido político, o sea, que actúan como simples particulares. Afirman estar vivos y no ser indiferentes a las cosas que pasan, y por eso han decidido poner en marcha esta iniciativa, para contarle a la gente lo que piensan de la vida, de las mujeres maltratadas, del Prestige, de José Couso, del Código Penal. Incluso Julio Médem aprovechará retales de La pelota vasca para sus tres minutos; hace sólo cuatro días dijo que se quería olvidar ya de una vez de lo que calificó como una pesadilla, pero se conoce que lo que ha olvidado es lo que dijo hace cuatro días. En fin, un proyecto objetivo, desapasionado, analítico y sin concesiones a la demagogia, como es propio de personas como el Gran Wyoming, José Luis Cuerda, David Trueba, Víctor Manuel o Vicente Aranda, que son toda una garantía. La idea no termina ahí porque una película sin proyectarse es como una partitura sin interpretarse, así que, ya puestos, han decidido pedir una hora de emisión a las televisiones, empezando por TVE, y siguiendo, supongo yo, por todas las demás. Es de suponer que, cuando hacen esta petición, es porque no piensan pagar un céntimo. Eso es bastante original, porque hasta los partidos políticos, que sí que representan a alguien, pagan religiosamente las cuñas de sus campañas, excepto los espacios que la ley tiene establecidos como gratuitos en la radio y la televisión públicas. Eso sí: han anunciado que los gastos del rodaje se los pagarán ellos; no van a pedir esta vez ninguna subvención. ¿No es admirable?