Continentes

LA construcción de edificios públicos o para uso público es una de las medidas que se ha inventado para superar el bache de la crisis, aparte de asfaltados, reasfaltados y, quién sabe si con un poco de tino, conseguimos un carril bici por aquí y adecentar esas calles olvidadas por la peatonalización de Amilivia-Vallejo en la trastienda de la calle Ancha. Lo de repartir el trabajo y los beneficios (8.000 millones el Banco de Santander) está aún lejos de subirse al panel de soluciones anticrisis.

Mientras las grúas de los grandes edificios permanecen inmóviles, se mueve alguna que otra pluma en el Polígono X (Ciudad del Mayor), Armunia (centro de usos múltiples...), sobre ese hospital rehecho a parches... en el campus de Vegazana. Y pronto, dicen, sobrevolarán la azucarera, con el Palacio de Congresos, y la estación para que León se suba a la alta velocidad... (Quien quiera saber más de grúas y plumas que repase con Alejo y Fernández los «proyectos del Gobierno» en León. Para sacar/tomar nota).

La cuestión es que entre tanto continente veamos crecer en el futuro contenidos, es decir, servicios reales a la sociedad. Menos despachos y más espacios vivos para la ciudadanía. Que sea verdad que la ciudad se atraviese en bici sin jugarse el tipo y que los servicios socioculturales -”hay vida más allá del Auditorio-” dejen de tener el tedioso horario funcionaril que impide abrir las puertas de centros públicos en sábado o domingo. Hace falta, en fin, que la acción social salga a la calle y no se encierre en la burocracia del papeleo o que para celebrar una fiesta se tire de algo más que del erario público. Que lo de la participación ciudadana no se quede en morcilla y paella. (Otra ley de la política que no se debe olvidar es que la participación ciudadana es buena hasta que deja de serlo, es decir hasta que se ganan las elecciones).

Bienvenidos los contenidos, aunque asombren las fachadas del barrio, pero que se llenen de vida y no se queden con el letrero colgando. Ni nos cuenten, hecha la obra, que lo público está en crisis. Lo que hay es crisis de imaginación y mucho circo mediático.