Diario de León
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El miedo a las agujas, la sangre y los pinchazos es la causa de que un 12% de la población no sea donante de sangre, según señaló ayer el presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre de León, Martín Manceñido. Muchos superan la fobia «mirando para otro lado» cuando les pinchan y mientras la sangre está fluyendo. Las necesidades son muchas y las alertas por escasez de algún tipo de sangre son frecuentes. «Ha habido problemas en algunas comunidades autónomas», comentó Manceñido. Las alertas se lanzan cuando en los hospitales las reservas de sangre y plasma quedan por debajo de las necesidades de seis días. «Cuando quedan reservas por debajo de cuatro días entonces es alarma», puntualizó. Las personas donantes tienen que ser mayores de edad y es posible dar sangre hasta los 65-70 años de edad, según los casos. La pandemia mermó las donaciones, pero también bajó la demanda por el parón en los quirófanos.

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