Diario de León

DÍA SIN ALCOHOL

El alcohol causa 200 muertes al año en León

El alcohólico "puro" ya no es el perfil habitual en las terapias de la asociación leonesa Arle

Una persona consume una cervez en una terraza. MIGUEL BARRETO

Una persona consume una cervez en una terraza. MIGUEL BARRETO

León

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«Mientras a nadie se le ocurre atribuir ninguna ventaja ya al consumo de tabaco, el consumo de alcohol sigue rodeado de falsos mitos y ventajas para la salud por parte de algunos sectores de la sociedad», lamenta el presidente de Arle (Alcohólicos Rehabilitados de León), Aurelio Gil. En el Día Sin Alcohol quiere hacer hincapié en los estragos que causa la «empatía social» que existe hacia su consumo.

«Tres millones de personas fallecieron en 2016 en el mundo a causa del alcohol, de las que 400.000 se debieron a accidentes de tráfico relacionados con el alcohol», remarca. Ni siquiera el consumo de leve a moderado se libra de la letalidad: «Causa 23.000 cánceres en Europa», apostilla.

Son datos que aportan el informe sobre siniestralidad relacionada con el consumo de alcohol y drogas (2016.-2017) y expertos como Julio Basulto.

Impacto en la salud

El consumo de leve a moderado de alcohol puede ser la causa de siete tipos de cáncer

Además, el presidente de Arle recuerda que «el consumo de alcohol causa problemas de estómago, aumenta la actividad cardiaca, las afecciones del hígado, el desquilibrio en el filtrado de desechos y produce alteraciones, cambios emocionales» y otros efectos. «Una simple copa de vino al día puede tener relación directa con el desarrollo de siete tipos de cáncer: cavidad oral, colon, hígado, mama, faringe, esófago y estómago», añade Aurelio Gil citando el informe Alcohol and Digestiva Cancer Across Europe: Time for Change.

Aurelio Gil, presidente de Arle, con las terapeutas Marta Prieto Arce y Victoria Álvarez, en la nueva sede de la asociación. MIGUEL F. B.

Aurelio Gil, presidente de Arle, con las terapeutas Marta Prieto Arce y Victoria Álvarez, en la nueva sede de la asociación. MIGUEL F. B.

En la provincia de León casi 200 personas fallecen al año a causa del alcohol. Son cuatro de cada diez muertes ocurridas en la provincia. Según datos del Ministerio de Sanidad para la comunidad autónoma la tasa de muertes de personas de 15 años en adelante a causa del alcohol se sitúa en 37,1 por 100.000 habitantes. Esta tasa se eleva a 63,8 entre los hombres y baja a 15,1 entre mujeres. Castilla y León es una de las comunidades donde ha disminuido la mortalidad por el alcohol entre 2001 y 2017 (un 15%), según el informe Mortalidad Atribuible al Alcohol del Ministerio de Sanidad

«El alcohol causa adicción y es la primera causa de muerte entre los 15 a los 49 años», remarca Aurelio Gil. «Su nivel más seguro de ingesta es 0», puntualiza el presidente de Arle. Consciente de que todos los mensajes se topan con la «percepción positiva del alcohol» forjada por una educación que lo considera parte del ocio, en el Día Mundial Sin Alcohol, la asociación Arle invita a reflexionar «acerca del propio consumo que cada persona haccemos de alcohol» al tiempo que ofrecen sus recursos terapéuticos ante cualquier «conclusión, duda o avistamiento de problema relacionado con el consumo».

218 personas en rehabilitación

Un total de 218 personas enfermas (131 en programa activo y 87 en seguimiento) y 83 familias están en rehabilitación por adicción al alcohol en Arle, entidad que ha trasladado su sede a la Avenida de la Facultad, 51-4º después del peregrinaje obligado por la pandemia al no reunir la anterior sede las condiciones para las medidas de restricción. «Se trata de un programa ambulatorio abierto, largo, lento y basado en psicoterapias grupales», explica Victoria Álvarez, una de las terapeutas de Alcohólicos Rehabilitados de León (Arle).

El programa consta de tres fases. La primera es la de acogida para facilitar el «aterrizaje» del paciente y las familias y evaluar el alcance de la patología. En esta etapa se establecen las bases de la «total abstinencia», se visualizan las situaciones de riesgo y se afrontan las recaídas —se consideran a partir de los 7-8 meses de abstinencia—. «El alcoholismo es una patología crónica y durante la primera fase se trabaja sobre todo la toma de conciencia de que realmente dependen de esa sustancia».

En la segunda se ahonda en los talleres grupales para ir reconstruyendo los aspectos de la vida que el alcohol ha ido minando y la tercera está focalizada en la personalidad del paciente y todo lo que se había trastocado con el consumo. Al finalizar el programa se realiza el alta terapéutica, pero nunca del centro que se convierte en un respaldo permanente para el enfermo.

En las actividades de ocio, que ya se han recuperado tras la pandemia (grupo de teatro y cinefórum), participan tanto personas con la terapia en curso como otras que ya tienen el alta terapéutica El perfil de las personas que buscan ayuda en Arle ha variado mucho en los últimos años. «Ya no vemos al alcohólico ‘puro’», comenta Victoria Álvarez . Ahora es un perfil más variopinto. Hay desde jóvenes de 23 años, más mujeres que antes, personas con trastornos mentales y que consumen otras sustancias.

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