Diario de León

La fisioterapeuta que dejó Madrid por dos pueblos de León

Raquel Arancio Prieto siempre vivió en la ciudad. Emigró de León a Madrid y se convirtió en fisioterapeuta. Una oferta de empleo en una clínica rural cambió su vida. Vive en Fojedo y trabaja en Benavides de Órbigo en un centro privado «muy innovador».

José Luis Presa Calzado, Raquel Arancio Prieto y Paula Martínez Miguélez, fisioterapeutas. FERNANDO OTERO

León

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El anuncio de un oferta de trabajo en el portal Volver al Pueblo de Coceder, procedente del Centro de Desarrollo Rural El Villar, de Hospital de Órbigo, cambió la vida de Raquel Arancio. «Yo no conocía el programa, pero vieron el anuncio que puse de se necesita fisioterapeuta y se pusieron en contacto conmigo para difundirlo en su plataforma», explica José Luis Presa Calzado, de la Clínica Presa de Benavides de Órbigo.

El anuncio llegó a una profesora compañera de la madre de Raquel, que le comentó la oportunidad de trabajar en León y la fisioterapeuta envió el curriculum «por probar». «Fue una oportunidad perfecta porque acababa de terminar los estudios en la Universidad Complutense y estaba haciendo algún trabajo a nivel particular», explica la joven.

La situación familiar favoreció su decisión. «Mi hermana se había ido a vivir al pueblo mientras estudiaba ingeniería agraria y detrás ella, la familia», apunta. La casa de su abuela en Fojedo del Páramo se ha convertido en la residencia de tres generaciones de mujeres. «Mi madre trabaja en el IES de Veguellina de Órbigo y le queda muy bien», apostilla.

De esta manera, Raquel Arancio ha cambiado Madrid por dos pueblos leoneses. Fojedo para vivir y Benavides de Órbigo para trabajar. Y el metro por el coche. Atrás quedaron las escenas de «tener que empujar» en el metro en las horas punta.

«Hay más tranquilidad y menos gente, pero estoy encantada. En media hora en coche estoy en el trabajo», apunta. La independencia que le da poder usar el coche es otro aspecto que valora.

Profesionalmente, está muy satisfecha y en continua formación. «Mis amigos quedan bastante impresionados de que en un pueblo haya un centro de fisioterapia avanzada, que dispone de ecógrafo o neuromodulación. Hay clínicas en Madrid que no tienen estos avances», subraya.

En Benavides

«Nuestra clínica está en un pueblo, pero viene gente de León, La Bañeza, Astorga y otros sitios»

José Luis Presa, que fue preparador de la Cultural, fundó la clínica hace 18 años; ahora mismo está en fase de ampliación y busca otra u otro fisioterapeuta. «Mucha gente que viene en verano de Madrid se sorprende de que tengamos ecógrafo. Estamos en una zona rural físicamente, pero tenemos formación y técnicas punteras», apunta Presa. De hecho, gran parte de su clientela va desde León, Astorga y La Bañeza a Benavides.

«No podríamos vivir tres fisioterapeutas —y uno más que necesitamos— sólo con la población de la zona», explica. «Tenemos mucho deportista porque me conocen y porque estamos especializados en fisioterapia deportiva», apostilla. «A lo largo de este año, introduciremos nuevas técnicas dentro del proceso de ampliación y reforma» de la clínica.

«Tienes que preocuparte de hacer las cosas muy bien y ya vendrá la gente de la ciudad, lo mismo que se va a comer un restaurante alejado un domingo porque se valora cómo cocinan», señala este emprendedor de la salud en el medio rural.

La formación es la base de este negocio que ha supuesto la oportunidad de empezar su carrera profesional en un pueblo para Raquel Arancio Prieto. José Luis Presa señala que «yo no podría vivir en otro sitio que no sea el pueblo». Este fue el motivo de abrir la clínica en Benavides de Órbigo, ya que además la dedicación de preparador físico deportivo le tomaba poco tiempo.

Paula Martínez Miguélez, la otra fisio que trabaja en la clínica, también vive en el medio rural, en San Feliz de la Vega. «Existe la idea de que en los pueblos no hay trabajo, así que está muy bien que haya una plataforma» como la Volver al Pueblo para poner en contacto la oferta con la demanda.

León y El Bierzo

Coceder canaliza ocho ofertas de empleo en el medio rural a través de Afa Bierzo y El Villar

Raquel Arancio tiene 22 años y vive con su abuela, su madre y su hermana melliza en Fojedo. «La abuela está feliz, contenta de que estemos juntas», señala. Pronto va a hacer un año desde que su vida cambió radicalmente del bullicio y el ajetreo de Madrid por la tranquilidad del pueblo. No por ello ha dejado de viajar. Frecuentemente, vuelve a la capital para cursos de formación.

La plataforma Volver al pueblo, de Coceder, ofrece trabajos de conducción de transporte en Ponferrada para Madrid y Galicia, albañiles y encofradores en Vega de Valcarce, ayudante de recepción en Canedo, ayudante de cocina en Toreno y Molinaseca y cursos de formación agropecuaria en Almázcara a través del CDR Afa Bierzo, con sede en Ponferrada.

El CDR El Villar, que se encuentra en Hospital de Órbigo, canaliza ofertas de veterinario/a para Gavilanes (Turcia), peón/a ganadero/a para granja de ovino en Valencia de Don Juan y ayudante de agricultura y cuidador/a de personas mayores en Joarilla de las Matas. La plataforma Volver al Pueblo también proporciona el enlace entre personas que buscn u ofrecen alquiler, venta o traspasos de negocios y recursos habitacionales. Se trata de un programa a nivel nacional que gestionan a escala local los centros de desarrollo rural aliados con Coceder. La web es www..volveralpueblo.coceder.org.

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