DÍA MUNDIAL DEL AGRADECIMIENTO
La gratitud huye de la era digital
Varios profesionales de León de distintas especialidades hablan del agradecimiento, «un afecto en desuso»
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El ramo leonés represanta una tradición popular de agradecimiento. DL
«Entre los pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento». (Don Quijote). Hoy se conmemora el Día Mundial del Agradecimiento. «Es lo que más se precisa en los tiempos que corren», explica María Lourdes Álvarez Fernández, doctora en Psicología y Ciencias de la Educación de la Universidad de León. «El agradecimiento es ponerse en el lugar del otro, ser empático, algo que está mal entendido en la actualidad porque se ve como un reflejo de fragilidad o falta de competencias. El agradecimiento no está muy presente en la sociedad actual y es necesario que se trabaje y hacer un ejercicio personal profundo». Para Lourdes Álvarez, la sociedad actual fomenta el individualismo «el yo puedo con todo», en la que el agradecimiento se ve como un signo de fragilidad por haber pedido ayuda. «Se pierde la red de apoyo informal, en la que los individuos muestran confianza, lo que está muy relacionado con la salud mental. Lo contrario es el individualismo y la competitividad, lo que genera estrés, ansiedad y peor calidad de vida. La salud física y psíquica quedan tocadas. Lo vemos en las consultas con los jóvenes, que tienen cada vez peores relaciones personales por las redes sociales, en las que lo que mayoritariamente se ve es la crítica».
Un paso a la ciencia
«La gratitud no es solo la más grande de las virtudes, sino la madre de todas las demás», decía Cicerón.
La ciencia investiga los efectos del agradecimiento en el cerebro, trascendiendo del campo filosófico. «Está demostrado en muchos estudios que reflejan cómo el agradecimiento, la gratitud real, repercute a nivel cerebral». La neuropsicóloga leonesa Julia Gutiérrez Ivars asegura que «esta emoción» de reconocimiento de las cosas positivas, «influye en la salud mental, reduce la sensación de estrés, nos hace más activos y la superponemos a otras cosas. Nos vincula con nosotros mismos y los filtros que ponemos sobre lo que nos pasa. Cuanto más capacidad de agradecimiento se tiene, más cosas hay en el día para agradecer, y no me refiero a los grandes acontecimientos, que ya se ven, sino a los que no son tan visibles».
En el arte
![Cuadro de Tizziano que muestra el agradecimiento de Felipe II por el nacimiento del infante Fernando y el triunfo en la batalla de Lepanto.](https://imagenes.diariodeleon.es/files/vertical_image_414/uploads/2025/01/10/67818dc1370ca.jpeg)
Cuadro de Tizziano que muestra el agradecimiento de Felipe II por el nacimiento del infante Fernando y el triunfo en la batalla de Lepanto.
La historia del arte está cargada de ejemplos de grandes monumentos y esculturas que se levantan en honor a un acontecimiento histórico o una figura relevante, pero es poco frecuente encontrar obras en las que este «sentimiento», «afecto» o «emoción» quede reflejado en una pintura o una escultura. «Existen representaciones, pero es algo minoritario», explica Vanessa Jimeno Guerra, profesora de Historia del Arte en la Universidad de León. Jimeno Guerra participa en un proyecto sobre el imaginario turqués en la península en los siglos XVI y XVII. Fruto de esta investigación, destaca la obra de Tiziano y Alonso Sánchez Coello Felipe II ofreciendo al cielo al infante don Fernando. La pintura conmemora dos hechos de 1571, la derrota de la armada turca en la batalla de Lepanto, el 7 de octubre, y el nacimiento el 5 de diciembre del infante Fernando. El cuadro está en el Museo del Prado y el rey agradece al cielo los dones recibidos. «Las representaciones del agradecimiento siempre están ligados al ámbito religioso o conmemorativo, no es una temática frecuente independiente», asegura la profesora de Historia del Arte.
Tradiciones populares
![En el magosto se asaron 500 kilos de castañas y se acompañaron de ferbudo.](https://imagenes.diariodeleon.es/files/image_414_276/uploads/2024/11/10/673081e7ed074.jpeg)
El magosto, otra tradición popular de agradecimiento por la cosecha.
Es difícil encontrar ejemplos en los que el agradecimiento se separe del terreno religioso en las tradiciones populares. «No es fácil en el ámbito de nuestras tradiciones desligar lo civil de lo religioso, ni tiene sentido hacerlo cuando hay un principio que opera en este campo con tanta constancia y efectividad como el sincretismo», asegura Antonio Barreñada, conocedor y defensor de las tradiciones leonesas. «El ramo leonés, asentado en celebraciones religiosas, vincula a estas con antiguas celebraciones de la naturaleza en las que el agradecimiento por dones recibidos es una de sus razones de ser. Como lo es (aunque no se aprecie de manera tan patente) el magosto, acción de gracias tras la cosecha. Agradecimientos por bienes, gracias, concedidas desde lo más alto lo son los exvotos, a título individual, los votos por los colectivos. Entre todos los que León atesora, indudablemente, destaca el que diera origen al Foro u Oferta por la intervención milagrosa ante la sequía que Lucas de Tuy puso en el haber de San Isidoro, y el que los campesinos derivaron hacia la Patrona del Reino. La Rogativa pide, el Voto agradece. Sin tener que alzar la mirada, la ayuda entre los más sencillos viene del que está al lado y se manifiesta como apoyo mutuo, solidaridad. Eran estos tiempos fríos los de la matanza, en la que se hacía imprescindible contar con brazos que ayudaran a echar el gocho sobre el banco y completar, mano junto a mano, todas esas labores que constituían auténtico ritual. El agradecimiento, por esa ayuda recibida, lo expresaba «la prueba», ese platín con un poco de las vísceras más humildes junto algo del magro más gustoso, que se llevaba al vecino».
Literatura
La literatura es, quizás, el abono más natural para los relatos en los que el agradecimiento está más presente. Desde los libros de autoayuda, pasando por los cuentos infantiles, hasta las grandes obras de literatura, como el Quijote, cargado de referencias sobre este concepto y su identificación con la bondad de las personas. La editorial leonesa Eolas publicará en próximas fechas La belleza del agradecimiento, un libro que se enmarca dentro de una serie dedicada a la belleza de las cosas y los sentimientos. Héctor Escobar, editor y librero leonés, asegura que «el hecho fundamental de agradecer lo llevamos vinculado al efecto de cuando alguien te hace un favor o te regala algo, pero para mí el agradecimiento es el hecho fundamental de esas cosas que parece que vuelan en la mente. Es ver a una persona caminar alegre, que sonríe, que sale el sol. Todo lo que tiene que ver con el hecho trascendental de vivir y que te alegre el hecho de vivir, es mucho más interior que agradecer a alguien algo, es agradecer a la vida el hecho de estar aquí, un hecho trascendental del ser humano. Y el agradecimiento está en la belleza, en todo lo que nos rodea que es bello y la capacidad de verlo, porque hay gente que no lo ve. Vivimos en un ámbito tan absurdo, consumista, tecnológico, tan pobre, pueril y trivial que somos incapaces de ver lo que nos rodea».
Religión
La solidaridad también genera emociones de agradecimiento. Es el caso de Cáritas. Aurora Baza, directora de la institución, destaca que «las personas que formamos parte de Cáritas tenemos el sentimiento lógico de ayudar y vivimos según lo que Jesús nos enseñó, amar al prójimo como a ti mismo. Para nosotros no es una cuestión material de dar y recibir, es un gesto de amor y lo que hacemos tiene su forma de agradecer. No es solo que las personas que reciben algo de Cáritas nos agradezcan, sino que nosotros estamos agradecidos por tener la oportunidad de ayudar a los demás. El agradecimiento va más allá de decir gracias, es servir a los demás, estar y permanecer en un proceso».
La envidia
Pero ese amor al prójimo no está en todas las personas. El psicoanalita leonés, Luis Salvador Herrero, define el agradecimiento como el afecto que moviliza una respuesta hacia alguien que se considera que ha producido una sensación placentera. «La gratitud se siente cuando se reconoce algo valioso», asegura. Un sentimiento que confronta con la envidia. «Probablemente se entienden mejor las conductas de las personas con la envidia, un mal nacional en este país, frente a la gratitud. Si el envidioso siente que alguien le da algo valioso lo va a rechazar porque no puede reconocer aquello que no tiene. Una persona que tiene gratitud es bondadosa, que no es lo más frecuente en los humanos, y sabe que puede tener algo a través del otro; pero el envidioso es incapaz de un reconocimiento a la otra persona. Una persona que actúa bajo la envidia destruye y se destruye. El grato se vivifica, siente que puede obtener algo a través de la otra persona y vive la vida apaciblemente, pero el envidioso es hostil con el medio y consigo mismo». El psicoanalista asegura que «la envidia es el mal nacional frente a la gratitud, el envidioso siente que alguien le da algo valioso y lo va a rechazar, no puede reconocer aquello que no tiene». Una relación con la envidia que daña cualquier relación personal. «Desde un punto de vista médico vemos que la gente tolera ahora menos y antes se mostraba con más agradecimiento. En la sociedad actual prevalece más la intolerancia y la disconformidad y ese malestar tiene que ver con la envidia, incapaz del agradecimiento».