El retorno al pasado inunda Gaudí

La Pasarela Gaudí está dando sus últimos pasos, acaba hoy, combinando desfiles con un sabor muy dulce y otros que pasaron más bien desapercibidos entre un público que ya no abarrota como en días anteriores el pabellón italiano de la Fira de Barcelona. Mercedes de Miguel abanderó las colecciones otoño-invierno 2004-2005 de la jornada con unos diseños majestuosos llenos de clase. Esta burgalesa de nacimiento pero vasca de adopción recrea a una mujer que recuerda por su actitud a Marlene Dietrich, una de las actrices más populares de la década de los 30. Un aspecto más masculino De Miguel aborda el aspecto más masculino de la mujer aunque sin peder ni un gramo de su feminidad. La diseñadora explota el lado viril con chaquetas bien estructuradas y pantalones de líneas rectas con bolsillos laterales. En la vertiente contraria, surgen faldas y vestidos que sugieren siluetas muy femeninas. La colección combina tejidos como lanas para franelas con técnicas de acabados brillantes que le otorgan un punto de modernidad. Los colores van desde el gris al marrón pasando por colores más cálidos como el beige y pequeños toques de amarillos y malvas. De Miguel se alía con unos complementos que son una parte decisiva de su trabajo, destacando sobremanera lo sombreros de estilo masculino que recuerdan a los que portaba Humphrey Bogart. Para la ocasión, la diseñadora contó con dos modelos que portaron sus prendas como dos ángeles caídos del cielo. Laura Sánchez y Martina Klein recordaron con su buen hacer el porque son dos de las modelos más cotizadas del panorama español. La mañana la completaron tres desfiles que pasaron de puntillas por la pasarela del Gaudí. Juana Ruiz y Garbiñe Urdampilleta (Jota Mas Ge) presentaron una colección inspirada en el lujo y la opulencia de los años 70 donde primaban los tejidos vaporosos realzando el cuerpo de la mujer que va cubierta de brillantes y lentejuelas. La marca Por Fin, del diseñador Alejandro de la Torre, dejó unas prendas ambiguas con creaciones de poco peso mientras que Anke Schlöder mostró una colección con tintes románticos. Joaquim Verdu y Simorra captaron las miradas de la sesión de tarde. El primero crea unas prendas de invierno con connotaciones de verano como expresa en pareos, bañadores o bermudas combinados con americanos o jerséis con cuello caja. El segundo crea unos trajes con unas líneas impecables que alternan diferentes tejidos y colores como negro, gris o marrón con tonos más brillantes en frambuesa, naranja y verde menta.