La exposición excesiva al sol un fin de semana es más nociva que la progresiva

«Hay que evitar la quemadura». Con esta sencilla precaución se evitarían la mayoría de los cánceres de piel que existen actualmente. La exposición excesiva y puntual al sol en vacaciones o durante un periodo corto de tiempo resulta más nocivo para la piel que una prolongada acción de los rayos del astro. «Cuando la piel ya está curtida, morena, es más difícil que haya una lesión cutánea», sostiene el jefe del servicio de Dermatología del Hospital de León, Manuel Ángel Rodríguez Prieto. Este especialista aconseja proteger e hidratar la piel para evitar problemas que requieran tratamiento. «El cáncer cutáneo no melanoma está aumentando en todo el mundo debido a los malos hábitos y la mayor capacidad de ocio al aire libre y más exposición al sol en periodos de tiempo más cortos. Hace unos años, los campesinos y los marineros estaban expuestos, pero de manera constante. Los hábitos actuales llevan a la gente a exponerse de manera peligrosa durante cuatro horas seguidas en un fin de semana», asegura este especialista, aunque advierte que muchos de los problemas cutáneos actuales están provocados por una conducta relajada y sin protección al sol en años anteriores. Prieto insiste en la falta de control legal de los aparatos de rayos ultravioleta de los salones de belleza, tan nocivos como los del sol. «Los dermatólogos utilizamos los rayos ultravioleta para tratar algunas enfermedades, siempre controlando la cantidad de radiación y la dosis acumulada», afirma Rodríguez Prieto que defiende la política de otros países de aplicar una legislación más severa. «El sol irradia la luz infrarroja y ultravioleta A, B, C. Está última es absorbida por la capa de ozono, si no sería letal. La luz que la piel recibe en los salones de belleza es la ultravioleta A, que es cocarcinógena y potencia el efecto de la B para causar un cáncer cutáneo».