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Aprender a aprender en verano La inteligencia emocional y las habilidades sociales importan De horarios, memoria y emociones El lugar de estudio, la luz y los muebles

Un equipo de psicología, pedagogía y logopedia de León propone talleres de técnicas de estudio y estimulación de la inteligencia para sacar partido al estío

Ana Gaitero
León

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El verano es para descansar, pero también es un tiempo precioso para «aprender a aprender» sin estar bajo la presión académica y de las actividades extraescolares del curso. Así lo ha pensado el equipo del gabinete de psicología que dirige Mercedes Jimeno en León que ha puesto en marcha para estas vacaciones estivales talleres de técnicas de estudio y de estimulación de la inteligencia para enseñar a sacar el máximo partido a sus capacidades a niños y niñas entre a partir de diez años para el primero y de siete años para el segundo. «Hemos tenido demanda durante el curso escolar, pero la carga de horario hace imposible llevar a cabo programas de estas características», explica la psicóloga infantil Mercedes Jimeno, especialista en lenguaje y desarrollo. Junto con ella, el proyecto será impartido por la logopeda y maestra de Audición y Lenguaje, Rebeca Vidal y por la psicopedagoga y maestra María Luz Rebollo. El curso de técnicas de estudio pretende enseñar a chicos y chicas en primer lugar la importancia de saber estudiar, para ofrecerles estrategias que mejoren su rendimiento «a través de la motivación» y utilizando las posibilidades que ofrecen diferentes contextos: se trata de sacar la idea de que la escuela no es el único lugar donde se pueden aprender cosas. «La lectura de un periódico o la visita a un museo, precisamente en la época estival, son recursos importantes para el aprendizaje si se les enseña a quedarse con las cosas importantes y ver la parte divertida de aprender cosas nuevas», señalan. Parte de estas estrategias es que los chicos y las chicas «aprendan a conocerse a sí mismos»; a saber cuáles son sus puntos fuertes y sus puntos débiles a la hora de estudiar. Esto significa «autoevaluarse y ser autocríticos», explica María Luz Rebollo. Como experta en psicopedagogía subraya que «cada persona tiene un rendimiento diferente y conocer la curva de rendimiento es útil para que aprovechen el momento en que sacan más partido al estudio». El uso de técnicas grupales es otra de las estrategias del aprendizaje para estudiar y aprender mejor que van a utilizar en los cursos de verano. Otro aspecto innovador del taller, en cada grupo participarán un máximo de seis personas, es la combinación de aspectos de inteligencia con técnicas de inteligencia emocional para favorecer el aprendizaje. «Hay personas cuyo rendimiento académico no es bueno debido a problemas emocionales, como falta de autoestima», explica el equipo. Otro aspecto importante es el abordaje individualizado del taller puesto que, como señalan las expertas, «las técnicas hay que aplicarlas de acuerdo con las necesidades de cada persona y es por ello que hay que empezar a trabajar a partir del autoconocimiento». Antes de comenzar el taller realizarán un test de diagnóstico a cada participante para conocer el tipo de capacidades y hábitos de cada persona. Está dirigido a alumnado de quinto y sexto de primaria y de los cuatro cursos de la ESO. El taller de técnicas de estudio se impartirá durante el mes de julio -cinco horas a la semana durante tres días- y se retomará la primera semana de septiembre de cara a su aplicación durante el curso escolar. «Una vez realizado este taller, podremos ofrecer un apoyo durante el curso si es necesario, pero meterse con las técnicas de estudio en plena vorágine académica es imposible, les generaría más estrés que beneficios», apostilla la psicóloga. El taller de estimulación de la inteligencia está dirigido a niños y niñas a partir de siete años y su duración es de dos horas a la semana durante dos días en el mes de julio. Se formarán grupos pequeños para trabajar tanto individual como grupalmente. El trabajo está enfocado al desarrollo de la inteligencia verbal y manipulativa, la inteligencia emocional y las habilidades sociales. Con ello se pretende reforzar el razonamiento, la memoria, la atención y la ubicación temporal y espacial desde edades tempranas. Al igual que en el taller de técnicas de estudio se trabajará de una forma «lúdica y generalizable», de modo que las familias puedan disponer de la información necesaria para aplicar los refuerzos tanto en el ámbito académico como en el disfrute del tiempo de ocio, que se intensifica en época veraniega. Ninguno de los dos talleres propuestos por el gabinete abordará temas académicos. «No se trata de clases particulares para aquellos niños que no hayan superado una asignatura o haya que reforzarles, se trata de darles técnicas para sacar el máximo partido a sus capacidades a partir de su autoconocimiento y del análisis del método de estudio», concluye. El taller de técnicas de estudio pretende conseguir, a su finalización en septiembre, que el alumno o la alumna adquiera unos hábitos de estudio y saque la máxima utilidad a su capacidad intelectual con un método de estudio apropiado, lo que implica «mejorar su autonomía y su responsabilidad académica». Tienen que aprender a planificarse y hacer horarios de estudio y a usar técnicas lectura, notas marginales, resúmenes, esquemas, memorización y exposición para aprender. La memoria juega un papel importante en el aprendizaje, pero hay que saber usarla eficazmente: se verán técnicas nemotécnicas y trucos para recordar. Para estimular la memoria también hay que trabajar sobre el olvido y algo muy importante para quien estudia y va a ser saber afrontar los exámenes, antes, durante y después de realizarlos. Estimular la inteligencia verbal y no verbal y la inteligencia es crucial en el aprendizaje para saber estudiar y obtener el máximo rendimiento. Si la atención y la motivación son dos factores internos de cada persona importantes para «aprender a aprender», tampoco hay que dejar de lado la trascendencia que pueden tener factores externos para un buen rendimiento a la hora de estudiar. El lugar de estudio, la iluminación y el mobiliario algunos de estos aspectos externos que hay que tener en cuenta para incrementar la autonomía y la responsabilidad de chicos y chicas a la hora de estudiar. Además de que conozcan un método de estudio, el proyecto cuenta con las familias para orientarlas con «estrategias de reforzamiento para mejorar el rendimiento» de sus hijos e hijas. Información: 987 072 006

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