Medio siglo de buena cocina

Susana representa a la tercera generación de restauradores en El Palomo, una saga que comenzó en el año 1960 con Francisco, el abuelo, y que continuó hasta los albores del siglo XXI con Tito. Ahora, Susana está acompañada en su empeño de seguir manteniendo muy alto el pabellón gastronómico de la casa por Cristina y Gloria. Pero antes del año 1960, El Palomo fue una de esas viejas tabernas de bancos corridos en las que se recibía cada miércoles y cada sábado a los labrantines de la provincia que venían a la Plaza Mayor a ofrecer sus productos. Hablamos por tanto de uno de los enclaves míticos de la gastronomía leonesa, famoso especialmente por sus patatas con langostinos, que actualmente se sirven solamente por encargo.

Para las comprometidas mujeres que ahora dirigen la casa se trata de seguir con la carga tradicional de un restaurante con mucha historia, pero acercándola a los tiempos en los que vivimos. «Nuestro comedor —dicen— ha sido reformado con la idea de mantener el encanto de un restaurante con tradición. Tenemos el deseo de combinar la cocina tradicional leonesa con pescados y carnes de muy alta calidad. También tenemos platos de cuchara y entrantes de productos leoneses».

En el apartado de entradas de su carta nos encontramos con una oferta extraordinariamente completa, interesante teniendo en cuenta que su ubicación en el Barrio Húmedo le obliga a tener una atención especial a las raciones y el picoteo. Así podremos disfrutar aquí de tomates rellenos de setas, menestra de verduras frescas, bacalao ahumado con cebollitas caramelizadas, escalibada templada con sardinas marinadas, pastel de puerros con gambas, puerros con piñones a la vinagreta de miel, fabes con almejas… y así hasta casi cuarenta sabrosas variedades.

En pescados destacan la merluza, la lubina, el bacalao, el salmón, el lenguado, el congrio o los besugos en todas sus elaboraciones tradicionales y, además, la merluza Palomo con chipirones y almejas, La lubina Palomo guisada con ciruelas pasas y setas, las almejas a la marinera, y las muy tradicionales ancas de rana a la leonesa.

En las carnes también se pueden encontrar todos los platos de siempre y, además, magret de pato en salsa de naranja, pato al moscatel con uvas pasas de Corinto, rabo de toro, mollejas con rabo de ternera guisado y cecina de chivo para estos días invernales.

Los postres son caseros y deliciosos: flan de queso, buñuelos con chocolate caliente, peras al vino con chocolate, tocinillo de la casa con almendras, tarta de almendra o natillas y arroz con leche.

Para completar la oferta, presentan cada día dos menús de la casa a 12 euros y uno muy especial a 17. También es digna de mención su cuidada bodega con casi trescientas etiquetas de todas las denominaciones de origen.

Cocina: Notable

Servicio: Muy bien

Decoración: Bien

Bodega: Excelente

Puntuación (de 1 a 10): 9