España ya no es Eldorado

El cierre de fábricas para producir en países con mano de obra y costes más baratos ha destruido al menos 15.000 empleos en España en los últimos cuatro años. Los anuncios en las últimas dos semanas de Philips, Samsung y Autotex de trasladar sus plantas de Cataluña a países del Este de Europa han puesto de manifiesto un fenómeno que representa una amenaza para la economía española, tal y como reconocen desde el propio Gobierno. Galicia y Cataluña son las dos comunidades que más están acusando estas prácticas. En el caso de la primera, es el sector textil el que abandera el proceso de deslocalización. Las firmas de moda gallega duplicaron en el 2003 su producción en Asia y en países como Marruecos o Portugal, lo que se ha traducido en un dramá-tico recorte de 10.000 empleos en el último año, que afecta especialmente a los pequeños talleres que subcontrataban para las grandes empresas. Y las expexctativas son poco halagüeñas: el Consejo Intertextil Español asegura que España perderá 100.000 puestos a causa de este fenómeno en los próximos diez años. En Cataluña la situación no es menos preocupante ya que, desde el 2000, quince multinacionales de distintos sectores han cerrado plantas que abrieron en los años setenta y ochenta -cuando los costes laborales eran muy competitivos- para trasladar la producción a países del Este de Europa. En estos Estados, compañías de telecomunicaciones como Samsung o Panasonic, de automoción como Valeo o Lear o la farmacéutica Bayer disponen de personal cualificado que cobra de media 2,5 veces menos que en España. Estos cierres han dejado en la calle ya a más de 5.000 trabajadores y la Generalitat ha admitido que debe tomar medidas.