Diario de León

Los 81 procuradores

Quién es quién en las nuevas Cortes de Castilla y León

El PP cuenta con 31 procuradores, pero no le llega para sumar la mitad más uno de los 81 escaños del parlamento autonómico. La matemática le empareja con Vox, que suma 13 actas para decidir la presidencia de las Cortes. Si no lo logra, a los populares les haría falta más votos a favor que en contra, lo que activa el valor de las abstenciones. A desmontar esa opción se agarra el PSOE, que pasa de 35 a 28. La UPL rompe su techo al lograr tres escaños, aunque por sí solo no le da para sumar gobierno, ni siquiera con los tres de Soria Ya y el representante de Por Ávila. Podemos y Cs quedan con un representante testimonial cada uno 

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Las elecciones las ganó la alianza PP-Vox. El líder autonómico del PP, Alfonso Fernández Mañueco, tendrá que pactar con el partido de Abascal si quiere gobernar en la Junta, aunque la abstención podría posibilitar un mandato en solitario.

Pero Abascal reclama la vicepresidencia de la Junta y varias consejerías. A Juan García-Gallardo, candidato de esta formación a la Presidencia de la Junta, se le está poniendo «cara de vicepresidente», dijo Abascal. Y luego, más explícito, añadió: «Vox tiene el derecho y el deber de formar gobierno en Castilla y León. El mandato es claro».

 La operación diseñada por Pablo Casado para Castilla y León no triunfó. Y aunque Mañueco ganó las elecciones, no lo hizo con los votos suficientes para ese gobierno en solitario al que él aspiraba. Pasó de los 29 procuradores que tenía en 2019 a 31, sólo dos más. Y a diez de la mayoría absoluta. Una victoria por la mínima que le obliga a tener socio.

Matemáticas electorales

Será Vox. Las matemáticas electorales no dejan más opción. El PP no lo lograría con nadie más. El PSOE no podría gobernar en ningún caso, ni aún contando con el resto del arco parlamentario, excluida la formación de Abascal de las posibilidades. No le da la suma. La mayoría absoluta está en 41. Su única opción pasa por que el bloqueo empuje a nueva convocatoria electoral. 

El PSOE perdió las elecciones después de perder también la moción de censura el 22 de marzo y se desplomó en las urnas. El líder socialista autonómico, Luis Tudanca, pasó de tener 35 a 28 procuradores, siete menos de los que tenía en una cámara de 81. Y eso pese a la remontada en la recta final  de la campaña, con Pedro Sánchez y otros dirigentes socialistas arropando a Tudanca.

Acertaron las encuestas que le daban a Vox un crecimiento exponencial. Las expectativas de Abascal con su joven candidato, el burgalés Juan García-Gallardo, se cumplieron: de un escaño que lograron en las anteriores autonómicas pasaron a 14. El resultado le da la opción de entrar en la Junta y cogobernar con Mañueco como antes hizo Igea con Ciudadanos.

El PP no ha logrado ni los escaños que obtuvo hace dos años el ganador de las elecciones autonómicas de 2019, el socialista Luis Tudanca: 35 procuradores

 

No hubo el paseo militar que vaticinaban las encuestas para el PP. Y el plan de Pablo Casado de provocar el anticipo de las elecciones en Castilla y León, lograr la mayoría absoluta, erigirse como el líder capaz de erosionar el poder de Pedro Sánchez y llegar a la Moncloa aupado por Mañueco y por la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, fracasó. De hecho, el PP no logró ni los escaños que obtuvo hace dos años el ganador de las elecciones autonómicas de 2019, el socialista Luis Tudanca: 35 procuradores.

Mañueco no tendrá la legislatura apacible que soñaba cuando el 20 de diciembre apretó el botón e hizo saltar la legislatura acusando a su socio, el vicepresidente Francisco Igea (Cs), de desleal —bajo la sospecha de que preparaba una moción de censura con el PSOE— y disolvió las Cortes de Castilla y León por un tuit. Después hizo una llamada de teléfono a Igea: «Paco, que sepas que estás cesado y voy a convocar elecciones», le dijo Mañueco. El hasta ese momento vicepresidente Igea, que se había enterado de la noticia mientras estaba en directo en una entrevista en la radio, le respondió: «Pues muy bien». Todo muy castellano.

Batacazo

El gran batacazo fue para Ciudadanos, que consolida en Castilla y León su imparable declive y anticipa su práctica desaparición nacional. Igea, que hizo las paces con su gran rival interna, Inés Arrimadas, la líder del partido naranja, que acudió a Castilla y León a respaldar al candidato, se quedó al borde de la nada, con un procurador —él— frente a los doce que obtuvo en 2019.

Unidas Podemos perdió la mitad de su representación y en las Cortes de Castilla y León sólo estará el leonés Pablo Fernández, que se presentaba por Valladolid.

En el otro lado, en el del éxito, la Unión del Pueblo Leonés, que obtuvo ayer tres escaños en las Cortes autonómicas «para hacer oír la voz de León». Hay que remontarse a 1999 para encontrar ese mismo resultado de los leonesistas. El resultado de Vox impedirá sin embargo a la UPL ser decisiva en las Cortes de CyL, como aspiraba.

La España vaciada entra con fuerza en las Cortes de Castilla y León con Soria Ya, que ha logrado tres escaños. Por Ávila se mantiene y conserva el procurador que tenía.

Está por ver si la legislatura es o no cómoda para Mañueco. Los comienzos no son buenos. Se llega a la constitución de las Cortes sin un acuerdo cerrado con tiempo y con distancia entre los populares y Vox.

El feudo

Que no será un convidado de piedra en el gobierno de la Junta se lo había dejado claro Abascal a Mañueco en la recta final de la campaña. Su partido, les advirtió, no iba a «regalar» sus votos al PP. Ayer, pidió la vicepresidencia de la Junta.

No sólo la provincia de León se ha tenido de rojo en el mapa autonómico electoral. También en Valladolid, Burgos y Palencia. La otra mitad de CyL es  feudo del Partido Popular, salvo Soria, en donde se ha hecho fuerte la plataforma ciudadana Soria Ya. 

 

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