Diario de León

SANIDAD

Los ‘hiperfrecuentadores’ copan hasta un 30% de las consultas de Primaria

Los pacientes que acuden más de 12 veces al médico al año doblan la media habitual de usuarios

El 90,8% de las peticiones de asistencia se resolvieron en las consultas de los centros de salud. J.F.S.

El 90,8% de las peticiones de asistencia se resolvieron en las consultas de los centros de salud. J.F.S.

León

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Parece que identifican la consulta de Atención Primaria con su segunda vivienda. Visitan al médico de cabecera con la asiduidad que se confiesan los beatos y, en ocasiones, establecen más relación con el doctor que con miembros de su propia familia. Lo habitual es que presenten variados síntomas psicosomáticos pero en la mayoría de ocasiones las pruebas y el diagnóstico facultativo determinan que no sufren patologías físicas, aunque sí se sienten preocupados, asustados y sufren como si padecieran un trastorno orgánico.

Son los adictos al médico, los denominados «hiperfrecuentadores» en terminología profesional, que utilizan los recursos sanitarios de un modo excesivo o injustificado y que acuden de manera arbitraria al médico de familia un mínimo de 12 o más veces al año y copan con ello el 30% de las consultas de Primaria.

Falta educar en salud

Las agendas saturadas impiden realizar labores de sanidad comunitaria y alfabetización en salud

Según el último dato registrado por Sacyl, los médicos, enfermeras y pediatras de este escalón asistencial recibieron 3,8 millones de peticiones de asistencia en 2021 en León, un dato que refleja un elevado número de visitas y llamadas a los sanitarios de cabecera. En ese cajón de demandas figuran una molestia indeterminada, unas décimas de fiebre o un resfriado leve, que se sitúan en ese margen confuso que dispara la estadística y favorece la saturación , pero ¿debe culparse al ciudadano?.

Los profesionales y los sindicatos absuelven a los pacientes de esa responsabilidad, aunque junto con los hiperfrecuentadores, los leoneses acudieron de media 6,2 veces a los centros de salud urbanos (más que la media nacional de 5,3 veces) y Csif opina que «el propio sistema ha favorecido esa rutina y ha creado una necesidad por la que ciertos problemas que antes se resolvían en otros ámbitos ahora se han medicalizado». De hecho, la presión asistencial de los médicos de familia en los centros de salud de la capital y su área metropolitana es de 42,9 pacientes de media al día, la más elevada de la Comunidad, y la presión de las enfermeras alcanza los 22,6 usuarios.

Resolver rápido

Piden cambiar un modelo con burocratización, alta presión asistencial y falta palpable de medios

Por eso el sindicato cree que una de las claves pasa por desburocratizar la Atención Primaria. Si se rebajara el ‘papeleo’ que tienen que realizar los facultativos, la Sociedad de Medicina Familiar y Comunitaria de CyL (Semergen) asegura que los médicos de cabecera podrían ver a 25 pacientes más. Sacyl ya ha dado algunos pasos para liberar a las consultas de ese 25% de tiempo que suele llevar la burocracia con la contratación de 38 auxiliares extra que filtran las citas.

Pese a la percepción de que la sociedad «va mucho al médico» por procesos «banales que se resuelven sin un abordaje clínico, como un catarro, una gastroenteritis, un dolor de garganta sin fiebre», Satse estima que cuando lo hacen es porque tienen una necesidad. «El paciente no va a la consulta para perder el tiempo, viene porque tiene un problema o algo que le agobia y tenemos que darle respuesta. Puede que no sea una urgencia, pero no se puede criminalizar a los pacientes. A lo mejor hacen un mal uso, pero es porque no se les ha educado para el buen uso», justifican. Un diagnóstico en el que coincide la mayoría del colectivo sanitario que señala directamente a las carencias del sistema en cuanto a educación y alfabetización para la salud .

Valoran que hay que cambiar el modelo asistencialista, paternalista, medicalizado y absolutamente centrado en los profesionales. También instan a recuperar la prevención, la promoción y la educación para la salud, ejes que están incluidos en la cartera básica de servicios del sistema sanitario pero que las circunstancias asistenciales de la Atención Primaria impiden llevar a cabo «cuando tienes que dedicar toda tu jornada a atender la demanda clínica», lamentan los médicos.

Esa educación puede desarrollarse en las consultas, pero también en la parte comunitaria, con salidas a los barrios y otra serie de actividades, y tiene un impacto positivo tanto en el sistema como en la atención a los ciudadanos. De hecho, Primaria se marca como reto de este curso sacar la sanidad fuera de los ambulatorios para acercarla en forma de información a los ciudadanos con la meta de implicar a los ciudadanos en el autocuidado y llegar a potenciar a los denominados pacientes activos, expertos en sus patologías a través de una formación específica. Se trata de un proyecto de intervención comunitaria de educación para la salud en el que participan todos los profesionales de salud y que se articula a través de los equipos de médico, enfermera, matrona y trabajador social, según la directora de Enfermería Ana Rivero.

Para ello ya se han desarrollado numerosos talleres en colegios y la propia gerencia. Las enfermeras comunitarias tienen unas competencias que están muy ligadas a la educación para la salud, de cara a conseguir personas lo más autónomas posible y lo menos dependientes del sistema sanitario.

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