El «descontrol» laboral en el Ayuntamiento de León lleva al interventor a exigir tornos de fichar

Quien quiere puede fichar con la huella o la tarjeta que le fotografía, darse la vuelta, salir por la misma puerta u otra lateral y volver más tarde, después de dar un paseo, hacer la compra o resolver gestiones como si hubiera estado todo el tiempo en su puesto de trabajo. Nada se lo impide en el Ayuntamiento de León , donde no se ha implantado el sistema de control horario de manera óptima después de más de cuatro años de entrada en vigor del Real Decreto Ley que obliga a empresas y ocho desde la reforma de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público que conminaba a las administraciones a avanzar en esta senda.

No hay tornos, como ya tiene la Diputación Provincial en el edificio central del Palacio de los Guzmanes, la delegación territorial de la Junta o la Agencia Tributaria, ni cámaras, más allá del dispositivo de seguridad para la Policía Local en Ordoño II pero que funciona de manera independiente al fichaje en la máquina. «Sólo se ha implantado parcialmente el control de presencia», que data del año 2017 y se modificó en abril de 2022 tras la pandemia, pero sin embargo «no se ha corregido el descontrol en el cumplimiento de la jornada laboral del personal», como advierte el informe de la Intervención municipal.

La sentencia corona el documento en el que la máxima autoridad del control económico y fiscalización del consistorio reseña que en 2022, último ejercicio completo con los datos asentados, se acumularon 54.493 jornadas perdidas por incapacidad temporal . El informe incide en que, dentro de la plantilla, formada por 1.437 empleados en activo en la actualidad, se registran bajas , en su mayoría en lunes o viernes, de un mismo grupo de forma recurrente, aunque se constatan que se han llegado a dar «puntas» de «hasta el 35% de gente que está en casa y normalmente el 20%».

La situación, como se apostilla, se agravó «especialmente desde que en 2015 el Ayuntamiento adoptó la decisión de complementar hasta el 100% la prestación por baja que aporta en régimen de Seguridad Social», en lugar de que se quedaran sin recibir nada los tres primeros días. Como consecuencia, según se extrae del análisis del Interventor, Gabriel Menéndez Rubiera, hay cerca de un tercio de la plantilla cuyo absentismo y faltas provocan que los otros dos tercios tengan que redoblar sus funciones para dar servicio a los ciudadanos.

El documento se extiende en evaluar las medidas adoptadas en materia de personal y régimen interior para corregir las desviaciones ya advertidas desde hace más de dos mandatos. Este periodo, que abarca a los gobiernos municipales de PP y PSOE, de ha saldado sin que se hayan «adoptado medidas de gestión para la implantación de la evaluación del desempeño», como se advierte en el informe, que resuelve que como consecuencia no corresponde «el complemento de productividad a conceptos asociados al cumplimiento de objetivos o al especial rendimiento».

La radiografía de Intervención incide además en que no se ha realizado «planificación de necesidades de efectivos de personal» en el Ayuntamiento de León , en el que se hace «necesario un Plan de Empleo para reasignar efectivos ociosos a servicios deficitarios». Frente a estas críticas, como apunte a considerar, se valora «positivamente que ya han sido realizadas en plazo las acciones encaminadas a la estabilización del empleo temporal en la plantilla».