Diario de León

La jueza imputa a 68 personas por la trama que estafó 5 M€ a los seguros

El líder está acusado de estafa, falsificación, blanqueo y simulación de delito.

León

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La titular del juzgado de Instrucción número 2 de León ha dictado auto de imputación contra 68 personas y ha archivado la causa que pendía sobre otras 50 en relación con la Operación Bernesga, la mayor estafa registrada en España contra aseguradoras de automóviles, con un volumen de cinco millones de euros.

Al principal sospechoso de la trama, un abogado leonés de 31 años en el momento de los hechos (la detención se produjo en marzo de 2013) se le imputan un delito continuado de estafa agravada (estafa procesal, habiendo defraudado más de 50.000 euros), falsificación de documentos, dos delitos contra la Hacienda Pública, blanqueo de capital, simulación de delito y tenencia ilícita de armas.

Su esposa, deberá responder de los cargos de un delito contra la Hacienda Pública, y blanqueo de capital. Hay dos médicos imputados también por su presunta relación con el caso, a los que se considera sospechosos de un delito continuado de estafa agravada (estafa procesal) y falsificación de documentos. Un funcionario de los juzgados deberá responder de su posible autoría como presunto autor de un delito continuado de estafa agravada (estafa procesal), y falsificación de documentos y otras 58 personas, supuestas víctimas de accidentes que la jueza considera probado que no existieron, responderán de un presunto delito continuado de estafa agravada (estafa procesal), falsificación de documentos, y simulación de delito.

Hacia dónde se derivaba

El cabecilla de la operación, asistido de otras personas, simulaba accidentes de circulación, según sostiene la jueza en su auto como indiciariamente probado. «De esta forma elegía los vehículos que habían de aparecer implicados, las personas de cada uno de los vehículos, lugar del accidente…. Derivaba a los supuestos lesionados a uno de los traumatólogos que colaboraban con él, quienes elaboraban los informes que les indicaba. Los lesionados también eran derivados a los centros de fisioterapia elegidos, llegando a prescribirse sesiones de rehabilitación que nunca fueron realizadas, acordando, en este caso, con los centros en repartirse un tercio para la clínica, otro para el cerebro de la trama y otro para el paciente, siendo éste el encargado de realizar el reparto, quien cobraría de la compañía aseguradora. Incluso se llegan a entregar facturas de pacientes no tratados».

El encargado de registrar

Tras presentar la oportuna denuncia, un funcionario de los juzgados también imputado «se encargaba de registrarlas con la fecha que más le convenía, y de ocuparse de que se llevaran en el juzgado donde desempeñaba sus funciones. Llegaba a percibir por sus labores ciertas cantidades de dinero, pidiendo el funcionario al abogado que «a ver cuándo le liquida», quedando en verse y diciéndole el funcionario que llevara «la pasta» y él le llevaría el listado». A su vez, sustrajo un sello de registro de los Juzgados, que resultó no servir por ser antiguo, llegando el letrado a encargar una copia a un conocido. Sellos que fueron encontrados durante la diligencia de entrada y registro efectuada en su despacho, junto con cientos de expedientes relativos a tales accidentes, partes de baja y sellos de médicos».

Tras contar con el informe médico, el líder del grupo negociaba las indemnizaciones con las entidades aseguradoras, procediendo los perjudicados, a su instancia, a abrir una cuenta a nombre de su bufete. Durante el año 2.012 abrió «más de 160 cuentas bancarias, que al parecer no pasaban por Hacienda». Al paciente le entregaba en mano la indemnización pactada.

El propio imputado «ha afirmado que ha llegado a defraudar a Hacienda cerca de dos millones de euros. Existían un total de ingresos no justificados que rondaban los 5 millones de euros. Durante los registros se encontraron unos 280.000 euros, en billetes de 500, 200, 100 y 50 euros, además de una máquina contadora de dinero y un arma. Había adquirido recientemente un chalet por 500.000 euros, de los que 300.000 euros ya ha pagado, y tiene otros 200.000 para obras, pero Carlos lo quiere dar todo en «B», porque «lo que necesita es centrifugar». Según informe del Cuerpo Nacional de Policía, el arma intervenida era apta para el disparo, y precisaba licencia así como la correspondiente guía de pertenencia. «Se han falsificado partes médicos de alta/baja, partes amistosos de accidentes, informes forenses, firmas…..», explica el auto.

Grabaciones

Según contempla el auto al que ha tenido acceso este periódico,

las conversaciones telefónicas grabadas indican que el abogado que lideraría la trama encarga la confección de un sello similar al empleado en los Juzgados, para estamparlo en las denuncias que elaboraba «a lo mejor tú cogiste el antiguo», «si sabes quién hace sellos de abogado y de eso…sea de lo que sea?» «ya tengo eso» «clavao tío, joder», «mañana te doy varios para que dejes ahí en el montón», «sí el sello no pasa nada, los tengo yo….No, lo del sello lo tengo yo»

El letrado da indicaciones a los médicos a los que deriva los supuestos lesionados, «que le dé el alta el 5 de marzo», «a estos les vas poner que les has visto dos, tres días después del 26 de diciembre», «estos no tienen nada, tienen pa ti y pa mí, pa ellos no tienen nada». Llegando a prescribirse sesiones de rehabilitación que nunca fueron realizadas, y que se cobraban de la compañía aseguradora «pon 30 y 25, 30 a este y 25 a la otra», «no fue a ninguna….bueno es lo mismo, que se lo mire». Incluso se llegan a entregar facturas de pacientes no tratados.

«Guarda bien la leche»

El abogado llama en una ocasión a su esposa y tras un pequeño enfado, le dice «que se tranquilice y guarde bien la leche. Y ella le pregunta por qué. Y él le dice que porque dejó fuera la leche de la niña». Durante la entrada y registro en el domicilio de la pareja, el dinero se encontró en botes de leche de la niña.

La esposa del abogado y líder de la trama discute con él: «Te llevaste poco susto el finde. Tú hasta que no te veas con ella liada no paras. Luego vienen los arrepentimientos», «cuando veas las orejas al lobo me lo cuentas, luego te entran las cagaleras», «el importe total del chalet son quinientos mil y eso no es barato». Él le pide a su mujer que mire en un cajón donde hay un fajo de billetes, que son 10.300 euros, y le pide que se lo tire por la ventana. Ella le dice que si no paga a la gente con los papeles delante, que qué forma es esa de pagar. En una ocasión el abogado le dice, tras hablar brevemente de que «no ha dormido, que está jodido, tiene cagalera y que la llama desde otro teléfono».

El letrado comenta al funcionario, sobre un lesionado, y le dice que mire a ver si lo ajustan más, que le va a mandar las bajas …y «porque este me debe bastante tela de un divorcio..; entonces te digo más o menos... y yo ya luego por detrás te doy algo más». El funcionario le dice que vale. El abogado le pregunta si vio el atestado que le mandó por correo electrónico y Francisco le dice «voy a ver… si lo puedo robar yo sin más…, lo tengo..., de hecho no lo envié a Bilbao... y voy a ver si puedo cambiarle los códigos y quedarme con ello. El letrado le dice venga, venga, que aquí hay mucha tela».

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