Las obras del tranvía saturan el tráfico entre el Espolón y el centro urbano

Los primeros trabajos del tranvía alteraron durante toda la mañana de ayer el pulso de la ciudad. La causa de la arritmia del corazón urbano fue el tapón en una de sus artería principales: la avenida Padre Isla. Las obras obstruyeron la vía cortando el paso a la circulación del tráfico desde Santo Domingo hasta la calle Lope de Vega. Además, el cierre de la calle La Torre, uno de los principales vasos comunicantes entre Ramón y Cajal y Padre Isla, contribuyó a agravar la situación.

Fuentes de la empresa adjudicataria diagnosticaron que las obras en este primer tramo de la avenida se prolongarán al menos durante una semana. Ayer por la mañana dos excavadoras se encontraban retirando el aglomerado asfáltico y parte del firme de la parte derecha de la calzada para llegar al colector, que será sustituido por uno nuevo. También se procederá a la cimentación de la plataforma del tranvía y a la renovación de las acometidas. Hasta la completa finalización de los trabajos, este tramo permanecerá cerrado excepto para los residentes y los servicios de carga y descarga. Una vez finalizados los trabajos en esta primera parte, se reabrirá al tráfico y las máquinas avanzarán hasta el siguiente segmento a partir de la calle Lope de Vega. Fuentes municipales han fijado en tres meses la duración de todos los trabajos previstos dentro de Padre Isla.

Por otra parte, el motivo del cierre de la calle La Torre es el soterramiento de una instalación de fibra óptica que ha obligado a cortar la calle y a levantar la baldosa de una de las aceras. Estas obras son ajenas al plan del tranvía y todavía no hay pronóstico de la fecha de finalización. Durante este tiempo la Policía Local recomienda a los conductores la búsqueda de itinerarios alternativos, que permitan salvar la glorieta de Santo Domingo y las bocacalles que comunican las Ramón y Cajal, Padre Isla y Gran Vía de San Marcos. Efectivos de la Policía Local se desplegaron en los puntos de mayor retención para tratar de agilizar el tráfico, que obligó a cierres temporales de la calle Era del Moro para desviar el tráfico y no cargar de más vehículos la avenida Ramón y Cajal.

En la mañana de ayer, la duración de los trayectos entre Santo Domingo y Guzmán se incrementaron notablemente y llegaron a durar hasta diez minutos, el mismo intervalo se requería para cruzar el espacio entre la Plaza del Espolón y el Instituto Juan del Enzina.