UGT denuncia el hastío de los ciudadanos por la falta de soluciones desde la política
El sindicato critica que ni los movimientos sociales tengan claras sus propuestas.
Manuel Mallo repasó ayer la situación de la provincia durante el último año.
«La situación política es de incertidumbre, debido a la falta de soluciones. Incluso la ilusión que generaron los nuevos partidos que surgieron de los movimientos sociales reflejan ahora temor en las rectificaciones que hacen, con una falta de claridad de ideas. Eso redunda también en la incertidumbre de los ciudadanos». Una situación que lleva a la sociedad al «cabreo generalizado y el hastío total»; a pesar de lo cual las plataformas de respuesta a los abusos actúan de forma individualizada y no permiten una organización conjunta del malestar ciudadano.
Es parte de la lectura que hace del momento actual el secretario general de UGT en León, Manuel Mallo; que califica además la provincia como un «desierto» de jóvenes y empleo, en el que únicamente la recuperación de dos de las grandes empresas provinciales pone una nota de optimismo a un futuro que se dibuja cada vez más difícil.
Mallo realizó ayer un análisis de lo ocurrido en los últimos doce meses, y en un «ejercicio de autocrítica» lamentó que León sólo haya «conseguido salvar los muebles con la recuperación de la actividad en Antibióticos, tras una fuerte lucha sindical; y con el mantenimiento de Coto Minero Cantábrico, que demuestra que lo que para algunos empresarios es una quiebra para otros es una oportunidad de trabajar. Lo que implica que algunos sólo buscan el beneficio, y cuando no sacan lo que quieren abandonan a los trabajadores y las comarcas enteras».
El responsable provincial de UGT tachó las políticas de la Unión Europea sobre la crisis económica de «erróneas y fracasadas», y consideró que el FMI y la OCDE «no tienen autoridad ética para seguir haciendo informes y recomendaciones, porque se han equivocado reiteradamente y ahora rectifican sin asumir responsabilidades». ç
Una falta de legitimidad que afecta también al Banco de España y a Hacienda, porque «fallaron todos los mecanismos de control»; lo que se ha traducido en una lamentable falta de invesión».