Diario de León

EL NEGOCIO DE LA BASURA

La venta de productos y energía generados por la basura del CTR recauda cerca de 2 M€

Pone en el mercado 3,4 millones de kilos de materiales reciclables de las casi 200.000 toneladas de residuos que llegan al año.

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Asun G. Puente | redacción

Los materiales reciclables rescatados de la basura que llega hasta el complejo del CTR en San Román de la Vega y sus plantas de León y Ponferrada permitieron recuperar el pasado año 3,4 millones de kilogramos de productos que Gersul vendió. Su reciclado posibilitó la vuelta al mercado de estos residuos con una nueva vida y las arcas del consorcio ingresaron por la operación cerca de 1,7 millones.

La basura del CTR también permite generar energía eléctrica, cuyo sobrante después de autoabastecer al complejo se pone a la venta y termina en la red general. En 2017, los ingresos por esta vía superaron los 270.000 euros y ahorraron a la planta de San Román alrededor de 600.000 en su factura eléctrica.

Los ingresos obtenidos por los residuos que llegan al mercado ya transformados o para su reciclaje son reinvertidos por Gersul para costear los enormes gastos de mantenimiento del complejo. El consorcio cuenta con un presupuesto anual que ronda los 22 millones de euros para financiar el sistema (CTR y plantas satélite para la clasificación de envases), de los que alrededor de 16 deben ser recaudados a través de la tasa de tratamiento de residuos que han de pagar todos los usuarios.

Del proceso de separación y selección de las prácticamente 200.000 toneladas anuales de basura que recibe en el complejo, Gersul y las plantas de León y Ponferrada recuperan materiales tan variados como botellas de plástico, papel y cartón, envases de bricks, cajas de plástico, chatarra, aluminio, férricos, madera, compost, aparatos eléctricos y electrónicos... Además de los productos de todas estas características ya vendidos, el consorcio mantiene almacenados en stock miles de kilos más de estos residuos que pueden reciclarse a la espera de contar con una cantidad suficiente para llenar un camión completo y así ahorrar costes.

De los desechos que ya no es posible reciclar, aquellos que acaban en el vaso del CTR, el sistema obtiene biogás a través de los procesos de biometanización, con alto contenido en gas metano. El pasado año el complejo generó algo más de 3,6 millones de metros cúbicos de gas metano.

Precisamente, la combustión de esta materia permite la generación eléctrica. A lo largo de los doce meses de 2017, el complejo produjo 7,3 millones de kilovatios/hora. La saturación del vertedero del CTR, a punto de colmatarse, disparó la producción de energía, con un casi 300% más que los ratios que se alcanzaban en 2010.

El complejo genera electricidad con sus residuos a través de dos vías: los digestores y la propia basura acumulada en el vaso original donde se construyeron ocho pozos de extracción de gas para el aprovechamiento de los desechos ya descartados. Las dos vías permiten obtener gas metano, el «carburante» preciso para la producción de energía.

El complejo comenzó la generación eléctrica en 2005, un año después de su inauguración. Siete años después, pudo ya vender energía a la red general y conseguir ingresos extra.

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