Casado tira de su herencia rural leonesa para aliarse con los pueblos

«Sé lo que es la España rural. He nacido allí. He crecido allí». El líder del PP jugaba en casa y era el día de defender a los pueblos, a la misma hora que en Madrid la ‘España vaciada’ alzaba su grito contra la despoblación y el olvido. Pablo Casado evocó ayer en León toda su herencia rural —en Matadeón de los Oteros y en la localidad palentina de Meneses de Campos— para reivindicar la defensa de los pueblos y su pervivencia. «Nadie nos tiene que explicar al PP qué es lo rural, hemos crecido allí, vertebrado España desde alllí». Reclamó la existencia de los ayuntamientos y las diputaciones como pilares esenciales del mundo rural. «Prestan la asistencial esencial a esa España vacía».

Y era el día de conocer sus recetas para contener la sangría demográfica e impulsar la fijación de población en estos territorios. Casado apostó por la economía productiva: el sector primario, «la confianza» en la agricultura y la ganadería; la especialización del turismo, las nuevas tecnologías y su llegada hasta el último rincón, y una «revolución» fiscal, con medidas que favorezcan la economía y el empleo a través de rebajas en distintos impuestos. «Medidas para que nuestros pueblos no cierren».

En su solapa, una chapa en la que podía leerse «Soy de pueblo». El candidato a la Presidencia del Gobierno arremetió contra aquellos que «eran partidarios de suprimir municipios y diputaciones y ahora vemos cómo nos quieren dar lecciones sobre el mundo rural, todos ahora quieren hacerse la foto y decir a los alcaldes qué deben hacer». Críticas contra aquellos que «decían que las diputaciones eran chiringuitos para colocar políticos, despreciando la vocación política y hablando de suprimir privilegios cuando el PP decía que el 85% de los alcaldes que trabajan por sus pueblos no cobran».

Ligada al mundo rural, la caza, la pesca y los toros, fueron otros de los protagonistas de la intervención en el acto público de Pablo Casado en la plaza de San Marcos ante un nutrido grupo de cargos públicos, militantes, simpatizantes y los candidatos de la provincia en los comicios del 28-A. También constantes guiños a los mayores, las pensiones y los servicios sociales, consciente de moverse en un territorio muy envejecido.

Y en León no podía obviar el tema de la crisis de la minería y la herida abierta en sus cuencas. «No se puede apostar por una descarbonización demagógica. Creo que en León la generación energética tendría que seguir siendo rentable, conforme a lo que digan los que pagan esa industria y los acuerdos alcanzados en Europa», remarcó. «No entiendo cómo una ministra que va de muy moderna quiere adelantar el cierre cinco años. Sabemos que hay que reconvertir el sector, pero no adelantar los plazos».

Allí, al pie del Parador de San Marcos, comprometió su reforma integral si llega a la Moncloa, para una obra que ahora no tiene dinero para la segunda fase.

«Lo estáis haciendo muy bien. ¡Vamos a ganar!», así se despidió del presidente de la Diputación y líder del PP leonés y del alcalde de la capital antes de subir al monovolumen en el que le esperaba su familia (su madre, su mujer y sus dos hijos) para partir rumbo a Matadeón donde tenía previsto comer con sus tías.