Montecredit: la lucha de los montes de piedad contra la usura sigue vigente, con fórmulas renovadas

«La persona que suscribe un crédito prendario con MonteCredit tiene que saber que, además de hacerlo en las condiciones más beneficiosas y más justas del mercado, con el aval, la garantía y la solvencia de una entidad con más de 300 años de experiencia en este tipo de financiación, está contribuyendo a una obra social y cultural que revierte en la sociedad, y es absolutamente maravillosa». Lo explica José María Viejo, director general de la Fundación Obra Social de Castilla y León (Fundos).

MonteCredit es una entidad de crédito social heredera de los históricos Montes de Piedad de Castilla y León, cuya fundación se remonta al siglo XVIII, y que dieron origen a buena parte de las cajas de ahorros autonómicas. Hoy ha evolucionado y se ha transformado radicalmente, aunque ha reforzado dos de sus razones de ser: la lucha contra la usura y la función social. Un proceso de renovación en constante avance, que mira al futuro con nuevas propuestas y ancla sus principios en la raíz de una financiación justa y transparente, en un momento además en el que las fórmulas usurarias están más vigentes que nunca.

«Como institución de carácter social y naturaleza no lucrativa, nuestro ideario pone en el centro a las personas y nuestra vocación consiste en favorecer la inclusión financiera. Además, todo el beneficio que genera nuestra actividad se destina íntegramente a la obra social que promueve Fundos en ámbitos tan diversos como la promoción cultural, la innovación social, la preservación del patrimonio y la atención a personas y colectivos en situación de vulnerabilidad», señala Viejo. «De esta manera, ponemos al servicio de los ciudadanos un sistema de financiación ágil, transparente y justo».

El número de clientes activos de MonteCredit de Fundos en este momento es de 11.200. El porcentaje de incremento es de tres nuevos clientes diarios, unos 60 nuevos al mes durante el año pasado. Y el número total de operaciones concedidas a lo largo de 2022 fue de 11.338, con un importe medio de los préstamos que se sitúa en 862 euros. Por lo que se refiere al montante total de préstamos concedidos es de 8,7 millones de euros. El porcentaje de préstamos que se cancela es del 97,3% (la práctica totalidad de las piezas se recupera), y se han realizado seis subastas, en las que se recaudaron 196.000 euros. En cuanto al servicio de Inveroro, el año pasado se vendieron 24.000 gramos de oro como inversión. Un servicio que se puso en marcha recientemente, y que va tomando forma.

El proceso de cambio de la entidad en los últimos tiempos, que ha pasado por una renovación desde la filosofía a la imagen, se ha esforzado en convertir en transparente y accesible un servicio que tiene más de 300 años de vigencia. «Eso nos ha llevado a un crecimiento muy importante, de ser una actividad considerada marginal a consolidarse como una modalidad más dentro del sistema financiero, siempre marcada por su carácter social».

Un proceso en el que ha sido decisivo el planteamiento de las nuevas oficinas, «lo que ha permitido que recibamos a usuarios más heterogéneos, con perfiles muy diferentes. Cada vez es más frecuente que acudan a este servicio personas que no tienen una situación de vulnerabilidad económica, sino una necesidad puntual de liquidez. Estamos llegando a esos perfiles que nos habíamos marcado como objetivo desde nuestro papel como entidad de crédito social: el pequeño empresario, el autónomo, el emprendedor,...».

El director general de Fundos insiste en que uno de sus objetivos es «ganar terreno al mercado que ocupan los especuladores privados, las empresas, que son legales y legítimas pero que ofrecen un servicio que nada tienen que ver con los montes de piedad. Son operadores privados que, lamentablemente en muchos casos, se benefician de la situación de vulnerabilidad o de extrema necesidad de las personas».

Desde la fundación, explica, «pensamos que la lucha contra la usura que motivó la creación de los montes de piedad sigue estando completamente vigente. Han pasado 300 años, pero siguen existiendo prácticas de usura. Se producen con mucha frecuencia en los compro-oro, siguen existiendo tarjetas revolving , préstamos instantáneos al consumo en condiciones muy abusivas,.... Podíamos pensar que los mecanismos de control del siglo XXI había acabado con estas prácticas, pero nada más lejos de la realidad. La usura, que con tanta frecuencia castigaba a los sectores más desfavorecidos de la sociedad entre los siglos XVII y XIX, sigue estando plenamente vigente. Y eso refuerza la necesidad y la vigencia de que existan instituciones como MonteCredit, que prestan un servicio social de gran interés para solucionar problemas puntuales de liquidez».

José María Viejo destaca que el crecimiento que la institución viene sumando en los últimos años, y que se ha consolidado en el ejercicio de 2022 (con un aumento de casi el 18%) «denota que lejos de ser un servicio obsoleto es un servicio que está plenamente vigente».

La lucha contra la usura, reitera. «nos sigue motivando extraordinariamente. Por cada caso de abuso que conocemos, porque muchos clientes nos trasladan experiencias muy negativas en los negocios de compra de oro privados, aumenta nuestra motivación, nuestra energía y nuestra fuerza para seguir combatiendo la usura y para seguir ofreciendo un servicio que se da en condiciones justas, con transparencia, profesionalidad, garantía y sobre todo avalado por una institución que sirve a la sociedad. Nuestra actividad es de interés público, prestamos el servicio en condiciones sociales y todo lo que genere ese servicio revierte a su vez en la sociedad a través de las actividades de la fundación».