La presión de Galicia permite a León volver a soñar con el tren nocturno

Los trenes nocturnos se despidieron de León a plena luz del día. Sin disimulo. El último paso de la composición fue para un trayecto de liquidación; los coches al reciclaje, y a la venta, para una segunda oportunidad en terceros países, donde el material ferroviario español tiene otra vida.

A los trenes nocturnos de León se los llevó por delante la pandemia, en 2020; y nunca más regresaron.

La marcha del tren nocturno a Barcelona era triunfal; hasta que los viajeros se quedaron compuestos y sin billete, sorprendido por el corte de una conexión que contaba con una demanda excepcional para un tren convencional en medio de los vapores de la alta velocidad. El nocturno a Barcelona vuelve a emerger entre la lista de peticiones populares, que al final terminan por cuajar en el ideario político y se maceran así con el propósito para el que son lanzadas. Ya hay movilizaciones para demandar el retorno de este histórico tren que llegó a forjarse una leyenda entre el puñado de apodos con el que se conocía popularmente, casi todos merecidos y relacionados con esa empresa de unir el país de costa a costa mientras el país dormía, o soñaba con cotas de movilidad y desarrollo que ahora cada vez parecen más alejadas.

De forma simultánea, en Monforte y Barcelona se celebraron en los últimos días movilizaciones promovidas con el fin de elevar la voz y la reclamación popular para el regreso de esta conexión, que por peculiar tenía la opción de viajar durante la noche y llegar al lugar de destino a primera hora de la mañana. El tren hotel, que durante décadas cabalgó los montes de León para convertirse en el medio preferido para alcanzar el mediterráneo.

El tren nocturno de La Coruña a Barcelona entró en vía muerta después de la pandemia, y jamás regresó a las vías; y jamás se abundó por parte de las autoridades en esa merma que deja a medio recuperar la cartera de servicios ferroviarios devueltos a la circulación de forma paulatina tras las restricciones por los contagios del covid.

León perdió de golpe el enlace a Barcelona, después de quedarse sin el paso del Vigo Hendaya, que unas semanas antes de la eclosión del virus chino, se quedó fuera de servicio, debido a una polémica por la existencia de amianto en los coches.

La tercera caída de la oferta ferroviaria que no está restañada es el enlace nocturno entre Ferrol y Madrid, que circulaba sobre un Talgo Pendular, que tuvo ocasión de despedir tantos años de servicio a León mediante aquel trayecto final de marzo de 2021, camino del patíbulo.

Luego, antes de que cauterizara la herida por los recortes en los servicios ferroviarios nocturnos, se alimentó un debate para distraer las consecuencias por la supresión con las causas de los motivos de los recortes; que si una nueva estrategia del operador, ante la era del Alvia y el low cost, que necesitaba de la reconversión de material de la serie 7 de Talgo, del modelo que se ofertaba para los trenes nocturnos.

En aquel mismo golpe cayó el Madrid-Lisboa , otro clásico en la frecuencia del ferrocarril español. En un momento de ola y presión política, desde el Gobierno se llegó a calificar de temporal el cierre del servicio nocturno, motivado exclusivamente por la pandemia, y con perspectivas certeras de revocar la decisión de cierre.

Algunas fuentes ferroviarias, llegaron a cifrar en 25 millones de euros la vía de agua financiera que dejaba la explotación del los trenes nocturnos a la compañía, aunque el déficit se había corregido en los ejercicios previos al cierre.

Con motivo de la supresión, la estación de León se convirtió en uno de los principales focos de demanda de billetes para el tren Alvia diario que cubre el trayecto entre Galicia y Barcelona.

Cuando parecía que aquel fenómeno de tomar el tren de noche había caído en el olvido, Monforte de Lemos acaba de protagonizar la primera movilización ara recuperar el enlace. En la concentración se podía identificar siglas de partidos políticos gallegos; y en febrero, hay elecciones en ese territorio.