La plataforma de los municipios de la vía estrecha querían trasladar al Gobierno sus demandas
Feve devora la exigencia de 12 alcaldes con la vuelta del tren a la estación de Matallana
Cuatro meses después, no se ha registrado ni una de las mejoras planteadas
Editorial: La callada por respuesta de Puente

Una movilización popular registró la demanda de la sociedad leonesa con el tren de vía estrecha.
Todo lo que tiene que ver con Feve en León tiene problemas con la fecha de caducidad; lo último en sumarse a esa lista de retraso es el sanedrín de alcaldes leoneses que hace cuatro meses se constituyeron en plataforma reivindicativa para apretar al Ministerio de Transportes con los trámites del retorno del tren a la estación de Matallana.
Otro propósito que ha descarrilado; no por el empeño y la dedicación de la docena de alcaldes unidos para lograr el objetivo de la subsistencia de la conexión ferroviaria.
El Ministerio de Transportes no ha mostrado el menor interés en las reivindicaciones de los ayuntamientos leoneses, que llamaron a la puerta del Gobierno para implorar una solución al apeadero de la Asunción, donde se disimula el abandono del tramo urbano de la vía estrecha que deja la conexión al borde del abismo. De aquella reunión de alcaldes por Feve salieron conclusiones acordes a la urgencia que motivó el encuentro: una reunión con altos cargos de Transportes para trasladar la exigencia del retorno de los trenes a Padres Isla; y, a partir de ahí, endurecer las medidas reivindicativas con el fin de hacer bien visible a los ojos del Gobierno la situación de desprecio que vive una conexión en tren vital para la cohesión de un territorio y que ampara la obligación de servicio público.
Las medidas reivindicativas pueden elevar ya el grado de presión, porque el Ministerio de Transportes se hacen oídos sordos a las peticiones de esa docena de ayuntamientos leoneses cortados por la incisión de la vía y el tren que acerca a localidades de cinco valles a la capital leonesa, con especial significado de la circulación en doble sentido.
La fluidez se perdió hace trece años, motivo por el que en el último otoño, los alcaldes del territorio afectado por el nudo que estrangula el recorrido en la periferia de la León decidieron tomar cartas en el asunto. De forma colectiva. Transporte no se apiada de León ni de las súplicas de los alcaldes de Feve, que ya podrían estar en la fase previa de endurecer la postura para que se lleven a cabo sus demandas, resumidas en una: que el tren de ancho métrico llegue al centro de León.
En el extremo opuesto de esa exigencia, se colocan en las últimas semanas las ideas que han puesto en circulación altos cargos socialistas, interesados en centrar el debate en el problema técnico que chocaría con la intención de que el tren circule por las vías hasta el centro de la capital leonesa, sin transbordos. Ya circulan versiones sobre los grandes problemas que se podría encontrar el Gobierno a la hora de encontrar trenes con prestaciones para completar el recorrido de la línea de Feve, sin acometer transbordos, que es el detalle que diferencia las dos épocas del tren de Matalla: la del progreso, del recorrido completo; y desde hace trece años, la del retroceso, con los trenes varados en las afueras.