Sansegundo reconoce que hacen falta más policías contra la violencia machista

El director de la Escuela Regional de Policía Local de la Dirección General de Protección Civil y Consumo, Félix Sansegundo, admitió ayer que hacen falta más policías para garantizar que se cumplen las órdenes de los jueces en los casos de violencia machista. Sansegundo inauguró ayer en León las jornadas de formación sobre violencia de género en el que participan hasta mañana treinta agentes municipales de la provincia de León. Durante tres días, varios especialistas en violencia machista informarán a los agentes sobre las novedades y pautas de actuación con las mujeres que son víctimas de malos tratos. «Creemos que no», así de tajante contestó Sansegundo a este periódico a la pregunta: «¿Hay suficientes policías en León para garantizar el cumplimiento de las órdenes de alejamiento?». Las mujeres de León son las que más denuncian . «Aunque son muchas las denuncias que se presentan ?dijo Sansegundo? las estadísticas sospechan que sólo suponen un 20% de los casos de violencia machista y de este porcentaje, las mujeres acaban retirando el 80%». Garantizar el cumplimiento de las medidas cautelares impuestas por las jueces en los casos de violencia machista «supondría tener a un policía pendiente casi exclusivamente del cumplimiento de estas medidas, y eso es un problema terrible, por eso creo que es difícil acabar con el problema, pero lo que hay que hacer es poner todos los medios adecuados», dijo Sansegundo que citó la decisión del Gobierno central de reunir a los presidentes autonómicos para tomar medidas conjuntas y la decisión del presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera de buscar políticas comunes en la Unión Europea durante la presidencia del Comité de Regiones. También destacó el protocolo elaborado por la Junta en el que se implica a todos los sectores sociales que trabajan en contra de la violencia machista para que lleven a cabo una política de actuación conjunta. Sansegundo también reconoció que hacen falta más cursos de formación a los policías locales, tal y como reclama Amnistía Internacional, que anunció en abril una campaña de movilización social con recogida de firmas y envío de cartas a los responsables de la Junta para exigir cursos de formación en derechos humanos. Según la oenegé, los policías locales tienen carencias de formación y exigían un plan específico y presupuesto para este cometido. «Sólo estos cursos no son suficientes pero es algo que, desde nuestra responsabilidad en la formación, no regateamos en medios para que, a través de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, la formación sea lo mejor posible. Hay que tener en cuenta que la formación es garantía de eficacia y esa eficacia tiene que ser amplia para poder abarcar mejor el problema». Sansegundo dijo que la eficacia de la policía depende de su formación «la preparación de los policías es cada vez mejor, pero hacen falta más fuerzas, sobre todo en el seguimiento de los casos de violencia». Más recursos en el medio rural El jefe del departamento de familia e Igualdad de Oportunidades de la delegación de la Junta en León, Guillermo García Martín, hizo un repaso durante su ponencia a la red de asistencia de la Junta de Castilla y León para los casos de violencia machista y abondono familiar, y a los menores a su cargo, «para atender las necesidades de asistencia, información, formación y alojamiento temporal que pudieran tener». García Martín aseguró que una de las necesidades de los programas de atención a las mujeres víctimas de malos tratos es la de ampliar las campañas de sensibilización al medio rural, «porque estoy absolutamente convencido de que, igual que en las ciudades aumentas las denuncias, hace falta llegar mejor al medio rural. Tener medios para el medio rural es prioritario para mí», dijo. También defendió la máxima formación para los policías locales «porque son los que están a pie de calle, los que se enfrentan los primeros a los casos de violencia machista y tienen que saber cómo actual con la víctima y el agresor», dijo, al tiempo que defendió una mayor implicación social mediante la denuncia pública y privada de los agresores.