Se veía venir

Emilio Gutiérrez Fernández

alcalde de león y ex alcalde de cistierna

La reordenación de la minería del carbón se ha hecho mal, muy mal, desde hace más de 25 años. Con el ingreso de España en la Unión Europea sabíamos que el sector energético fundamental de la provincia de León, y de alguna otra, tenía necesariamente que reducir su tamaño. El Gobierno socialista presidido por Felipe González se puso manos a la obra y no dudó a la hora de clausurar empresas mineras. Así comenzó el declive del carbón leonés.

Siendo profesor de instituto en Sabero, y después en Cistierna, a finales de los ochenta y principios de los noventa, viví muy de cerca el cierre de la empresa fundamental de la comarca, Hulleras de Sabero. En el aula se percibía el drama de las familias. Primero fue el paro, después la despoblación. Quienes somos naturales de las cuencas mineras, los que le debemos, en parte, lo que somos a la minería del carbón no necesitamos que nadie nos explique lo que es la crisis, el desempleo o la emigración.

Durante las últimas décadas, una parte de los impuestos de los ciudadanos europeos y españoles se han destinado, presuntamente, a reindustrializar las comarcas del carbón y a prejubilar a los trabajadores del sector con más edad. Se han gastado, que no siempre invertido, ingentes cantidades de dinero en infraestructuras, la mayor parte de las veces, improductivas. El dinero se ha repartido incluso en provincias de difícil vinculación minera y los listillos, que por desgracia abundan en este país, se han puesto las botas, como siempre.

Hace tan solo dos años que el Gobierno de España, presidido por un leonés, firmó en Bruselas la defunción del carbón más allá del 2018 y ahora algunos militantes de su partido se encierran por la situación del sector en ayuntamientos, curiosamente sólo en los gobernados por alcaldes del PP. La crispación social, animada por algunos personajes públicos con nombres y apellidos, está llegando a tal límite que la violencia y el consiguiente riesgo para las vidas humanas empieza a estar a la orden del día.

Dicho esto, quiero dejar bien claro que el alcalde de León está con la minería del carbón, que defiendo el mantenimiento del empleo en el sector, que trabajo desde mis responsabilidades públicas, y también personales, con el objetivo de convencer al Gobierno de España de la necesidad de realizar un esfuerzo económico para salvar las comarcas mineras leonesas.

El esfuerzo solidario que ha hecho la provincia de León históricamente con el resto de España, —y la minería es un gran ejemplo—, merece una mayor consideración por parte de los responsables políticos actuales del sector industrial. Por ello, siempre estaré en la tarea de convencer a quien me quiera escuchar que la minería del carbón es imprescindible para el futuro de nuestra provincia. Y siempre estaré del lado de los mineros, de sus familias, de las cuencas mineras y del carbón, pese a quien le pese.