Diario de León

González Pons afirma que Urdangarín quiso dar un pelotazo urbanístico

Revela que el ex duque propuso desproteger la Albufera valenciana para edificar viviendas .

El ex conseller de Presidencia valenciano, Esteban González Pons, durante su declaración. CATI CLADERA

El ex conseller de Presidencia valenciano, Esteban González Pons, durante su declaración. CATI CLADERA

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m. sáiz-pardo | madrid

La sesión de ayer del juicio Nóos reveló uno de los aspectos menos conocidos de Iñaki Urdangarín, el de promotor inmobiliario sin escrúpulos. El ex consejero de Territorio, Urbanismo y Vivienda Esteban González Pons confesó ante el tribunal que la única vez que se reunió con el ex duque éste le «presentó» a un «empresario que quería hacer una importante reclasificación urbanística amparada en la excusa de los Juegos Olímpicos Europeos». «Les dije que no y ya no hubo más», declaró el testigo.

González-Pons, que declaró como testigo, no dio más datos de este capítulo casi inédito. Ninguna parte le preguntó, ya que no forma parte de la causa, pues aquel pelotazo urbanístico no llegó a pasar de ser una ensoñación de Urdangarín. Pero hay documentos que arrojan más luz sobre aquel único encuentro entre el hoy eurodiputado del PP y el cuñado de Felipe VI.

El proyecto inmobiliario de Urdangarín era ni más ni menos que convencer a la Generalitat valenciana de que desprotegiera parte del Bosque de El Saler, en el parque de la Albufera, para que su amigo Enrique Bañuelos, el constructor que le acompañó a la reunión con el ex consejero, pudiera construir 5.800 pisos en pleno parque y al calor del fallido proyecto de los Juegos Olímpicos Europeos por el que Urdangarín se embolsó 383.000 euros públicos por no hacer nada, según confirmó ayer el propio eurodiputado popular por video conferencia.

En aquella reunión, que tuvo lugar el 8 de junio de 2006, Urdangarín propuso a González Pons que, a cambio de la «reclasificación» de la parte de la Albufera para que el constructor Bolaños edificara, el promotor se comprometía a limpiar el lago del humedal, construir un campo de golf y edificar un puerto deportivo. El político popular rechazó de plano la propuesta. Argumentó que era imposible limpiar la zona porque la gran concentración de plomo -proveniente de perdigones de caza- hacía no recomendable remover tierras. Y recordó al ex duque de Palma que ya había un campo de golf en la zona, el del parador de El Saler, y que también existía ya un puerto deportivo.

Esteban González Pons aprovechó aquella reunión para afear al yerno de Juan Carlos I que hasta aquel momento no se había movido nada para conseguir los Juegos Olímpicos Europeos. El ex consejero emplazó a Urdangarín y a Bolaños a una nueva reunión para estudiar la posibilidad exclusivamente de un segundo puerto, pero siempre que Valencia consiguiera hacer unos Juegos Europeos. Y ahí acabó el sueño inmobiliario del marido de Cristina de Borbón, porque Valencia no consiguió realizar aquel evento a pesar del dinero adelantado al ex duque, quien por entonces ya había abandonado el Instituto Nóos.

El proyecto de Bañuelos y Urdangarín, quien presentó a Nóos como una «ONG» en palabras de González Pons ante el tribunal, era en realidad edificar viviendas y comercios en una superficie de 365.000 metros cuadrados, o lo que es lo mismo, el equivalente a 36 campos de futbol. Tres miniciudades con 5.800 pisos.

Más allá de revelar los sueños inmobiliarios de Urdangarín en Valencia, González Pons criticó con dureza al ex duque. «Si el señor Diego Torres y el señor Urdangarín hubieran hecho su trabajo, Valencia hubiera presentado su candidatura a los Juegos Europeos porque la Generalitat hizo todo lo que estaba en su mano», zanjó el eurodiputado.

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