El PSC asume la ruptura con el PSOE por el voto en contra de sus diputados
La ejecutiva y el consejo nacional del PSC ratificarán este martes el voto negativo de sus siete diputados en el Congreso a Mariano Rajoy en el debate de investidura de esta semana. «Voten lo que voten los demás, el PSC votará no», afirmó ayer el primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta.
«Desobedeceremos y estamos dispuestos a asumir las consecuencias», dijo el líder del PSC. Por primera vez reconocía la posibilidad real de que los 38 años de hermandad entre el PSC y el PSOE se rompan como consecuencia de la votación por la investidura de Rajoy. No será la primera vez que el PSC rompe la disciplina de voto del PSOE (lo hizo en dos ocasiones en 2013 para apoyar sendas resoluciones sobre el derecho a decidir), pero sí se trata de la primera vez que desafía la decisión adoptada por el Comité Federal, que apostó el domingo por la abstención socialista.
Iceta reconoce que la gestora que dirige el PSOE está en su «derecho» de adoptar la sanción que considere oportuna contra los siete diputados catalanes y por extensión contra el PSC, pero también tiene asumido que los socialistas catalanes, si quieren tener algún futuro en la política catalana y no quieren ser fagocitados por el partido que ultima Ada Colau, de corte izquierdista a mitad de camino entre el soberanismo y el federalismo, tienen que mantener el ya famoso «no es no» porque si algo une a los votantes socialistas en Cataluña es su rechazo al PP.
Iceta replicó a los barones socialistas que reclaman ya un divorcio con el Partit dels Socialistes de Catalunya o a los que piden como mínimo que el PSC sea excluido de la ejecutiva y del comité federal del PSOE que a los socialistas catalanes les gustaría seguir caminando juntos con el PSOE y que mantener la actual relación, vigente desde 1978, sería la «mejor» opción. «Nuestra intención es votar con el PSOE todas las veces que sea posible», dijo, pero a lo que el PSC no está dispuesto es a facilitar un nuevo Gobierno de Rajoy porque, entiende, que sería su suicidio político. Los socialistas catalanes sostienen que no es igual la animadversión que se respira en Cataluña hacia el PP, y en ello tiene mucho que ver el proceso soberanista, que en otros territorios de España que no se encuentran en la misma situación.
Iceta señaló que si cambia el protocolo de relaciones entre el PSC y el PSOE, la mejor fórmula sería la que tienen la Unión Demócrata Cristiana de Alemania y la Unión Social Cristiana de Baviera en el Parlamento alemán, ya que son dos partidos en un mismo grupo parlamentario, pero que pueden votar distinto. En este repensar las relaciones, Iceta admite también que Ferraz podría apostar por recuperar la federación catalana del PSOE sin tintes catalanistas, aunque lo vería un «error».
Enfrente, la estrategia del PSOE de Andalucía intenta dejar en evidencia la tesis de las filas de Miquel Iceta, y ayer subrayaron que «cuando ha sido necesario» ya se han abstenido «por responsabilidad». De hecho rememoraron que en 2010 fue la abstención del PSC la que permitió gobernar a Artur Mas. Entonces se adoptó esa decisión «en un momento difícil» y, al igual que ahora, sin cerrar un acuerdo con el partido al que se dejaba gobernar.