El gran número de víctimas convierte de nuevo al Ifema en improvisado tanatorio
El Ayuntamiento de Madrid decidió ayer instalar en el recinto ferial de la capital (Ifema) una improvisada morgue a la que fueron trasladados los restos mortales de los pasajeros fallecidos en el accidente del avión de Spanair, 146 según primeros cálculos provisionales. Como ocurriera el 11-M, sólo así será posible afrontar la dura tarea que les aguarda a los forenses judiciales madrileños, identificar uno por uno a los fallecidos y cerrar un cómputo definitivo de la catástrofe. Durante toda la tarde, 230 sanitarios destacados a pié de pista y 70 bomberos trabajaron sin descanso durante toda la tarde para buscar supervivientes y recuperar los cadáveres, muchos atrapado entre los amasijos de hierros quemados o esparcidos por la pista y los campos próximos. El titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid, que se encontraba de guardia cuando se produjo el accidente, se hizo cargo de la situación y controló el proceso de traslado de los restos en furgones fúnebres hasta el pabellón 6 de Ifema, en el cercano Campo de las Naciones. Agentes de las policías municipales de Madrid y Alcobendas escoltaron a los convoyes de furgones fúnebres hasta el Campo de las Naciones. El titular de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, acudió en persona hasta la Terminal 4 para procurar la movilización de los forenses necesarios para la rápida identificación de los cuerpos, muchos irreconocibles y con importantes amputaciones. Una veintena de forenses de la Comunidad de Madrid y de la Policía Científica comenzaron las autopsias a últimas horas de la tarde. Para ello contaron con quirófanos climatizados y cámaras frigoríficas. El Ministerio de Defensa también ha destacado hasta Ifema a dos médicos militares especializados en la identificación de cadáveres, a la vez que puso a disposición de la Comunidad de Madrid el hospital Gómez Ulla. Mientras, en el pabellón contiguo volvieron a repetirse las escenas de dolor y desesperación de los familiares de los fallecidos, que estuvieron acompañadas por un centenar de psicólogos, médicos y asistentes sociales que, antes, les habían atendido por crisis de ansiedad y desvanecimientos en Barajas. Como hace cuatro años, muchas de las personas acudieron a los representantes de los medios de comunicación para informarse dónde tenían que acudir. A primeras horas de la noche llegaron más familiares de las víctimas procedentes de Canarias.