Diario de León

El verano irrumpe con una explosión de alérgenos

La alergia repunta. en León tras las lluvias y la llegada del buen tiempo. En los últimos tres días han subido los niveles de pólenes que suman nuevos alérgenos por el cambio climático. La ULE estudia qué árboles de los parques de León causan más problemas a los alérgicos..

un ciclista con una mascarilla circulando hoy por las calles de Madrid

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León

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Que se preparen los alérgicos al polen. Las lluvias de la primavera han «bloqueado» los síntomas durante la primavera pero el sol y el buen tiempo de los últimos tres días mantienen los niveles de alérgenos tan inusualmente altos para esta época que las rinitis, conjuntivitis y crisis asmáticas «han explotado de golpe», en palabras del alergólogo leonés Adolfo Vélez Ruiz de Lobera, presidente de la Sociedad Castellano y Leonesa de Alergia e Inmunología Clínica.

El departamento de Biodiversidad y Gestión Ambiental de la Univesidad de León también constata la alta concentración de pólenes en el aire de León en los últimos tres días. La investigadora Delia Fernández González asegura que hasta ahora la polinización estaban por debajo de la media para esta época del año, pero las lluvias de los últimos días han provocado un aumento de alérgenos en el ambiente. Los niveles de pólenes, robles, enzinas y pinos están altos en esta época del año, pero a las tradicionales gramíneas, que afectan al 29% de la población, se han sumado recientemente la parietarias, de la familia de las ortigas. «Están en las zonas húmedas y se han adaptado bien a León. Antes no había pero ahora se las puede encontrar por zonas como la Iglesia del Mercado. Es una planta que da muchos problemas de alergia a las personas sensibles», explica Delia Fernández. Esta experta cree que, de seguir con las mismas condiciones de temperatura en León, «los síntomas de las alergias se pueden prolongar hasta mediados de julio. Todo dependerá de si llueve otra vez y vuelve a hacer calor. Con varios días de sol se abre el polen».

El equipo de Delia Fernández elabora un mapa de los alérgenos de los parques de la ciudad de León. Ya han completado el del parque de La Granja y preparan el de San Francisco y el Paseo de Papalaguinda. El Ayuntamiento de León utilizará los datos para dar información sobre el tipo de plantas y su capacidad alergénica en cada uno de los parques.

El estudio realizado en el año 2016, coordinado por Paloma Cariñanos, del Departamento de Botánica de Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada, en el que participó el Departamento de Biodiversidad y Gestión Ambiental (Botánica) de la Universidad de León, concluye que en los parques ubicados en las localidades de la región eurosiberiana, como Santiago de Compostela, Oviedo, Santander, Pamplona, Huesca y León, «es frecuente encontrar especies caducifolias que pueden beneficiarse de una mayor disponibilidad de lluvias, como Betulia, Fagus, Aesculus, Caspinus y especies de Quercus «árboles de comportamiento gregario, con una estrategia de polinización anemófila y, por tanto, más susceptibles de producir alta alergenicidad». En los parques en las proximidades de vías de circulación de tráfico, como los de León, se pueden producirse una interacción entre el material biológico y el resto de los contaminantes, «con efectos aún más perjudiciales para la salud».

Estudios de los parques

El grupo de investigación del Aerobiología del área de Botánica de la ULE está realizando estudios sobre las características alergénicas de parques y avenidas o paseos de la ciudad de León. «Con ello se pretende dar a conocer a instituciones y población, cuáles son los problemas que pueden causar ciertas plantas utilizadas como ornamentales», explica Delia Fernández. Algunos de estos estudios forman parte de trabajos fin de Grado de alumnos de Biología y Ciencias Ambientales, en colaboración con los médicos alergólogos. «Existen determinados factores que influyen en la alergenicidad de una especie. Factores internos relacionados con su naturaleza, como la reproducción sexual, periodo de floración y tipo de polinización; y factores externos como el número de individuos, podas y volumen ocupado».

En las zonas verdes urbanas de León, los expertos analizan las especies arbóreas o arbústivas que existen. A los árboles estudiados se les asignan valores y se establece el índice de alergenicidad potencial de zonas verdes urbanas que está comprendido entre el 0 (alergenicidad nula) y el 1 (alergenicidad máxima). Hasta este momento se han estudiado los parques de la Granja (estudio realizado por Alberto Rodríguez), San Francisco, Avenida Lancia y Paseo de Papalaguinda (analizado por Adriano de Prado). Los resultados demuestran que los índices de potencial alergénico fueron 0,20, 0,96, 0,34, 0,09, y 0,20 respectivamente. Actualmente están estudiando el parque de Quevedo.

Los trabajos en la Universidad de León constatan que la mayor parte de los árboles y arbustos de las zonas verdes de León son ejemplares monoicos (es decir con flores masculinas y femeninas en la misma planta) o dioicos (sexos separados) masculinos (que solo tienen polen), que producen, en general, grandes cantidades de polen y pueden ocasionar trastornos alérgicos en personas sensibles. Y que los taxones con potencial alergénico alto, como abedules (Betula), cipreses y arizónicas (Cupressus), aligustres (Ligustrum), plátanos de sombra (Platanus) entre otros, son muy abundantes en la ciudad.

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